Achilipunk, Made in Tarrío, Cirope de Freza, Ulula... los Reyes más 'alternativos' en el Corral de San Antón

Este antiguo corral de vecinos del barrio de San Miguel es hoy una asociación cultural en construcción. En estas fiestas, un mercado de artesanos y artistas locales suponen la mejor opción para un consumo "con conciencia y cariño"

Achilipunk, Made in Tarrío, Cirope de Freza, Ulula... los Reyes más 'alternativos' en el Corral de San Antón.
Achilipunk, Made in Tarrío, Cirope de Freza, Ulula... los Reyes más 'alternativos' en el Corral de San Antón. MANU GARCÍA

El Corral de San Antón recibe con el siguiente mensaje: “Nos gusta pensar en el Corral como un espacio de cuidados con unos ejes transversales intencionadamente difusos: economía combativa, trabajo vecinal y política y cultura crítica. El Corral es un espacio de experimentación en continua construcción”.

Este corral, asociación, casa, proyecto cultural y mercado (entre otras muchas formas por las que podrá seguir creciendo), es un espacio que como su propio manifiesto indica, está en construcción y, a medida que se rehabilita y asienta arquitectónicamente, también se organizan los objetivos, las funciones y la forma de gestionar un lugar así. Si algo tiene claro José Luis Fuentes, el impulsor del Corral, es que es un espacio “feminista, ecologista, antifascista, antiracistas y anticapitalista”. Con esta base bien anclada, el proyecto va construyéndose de una manera orgánica. 

Achilipunk, Made in Tarrío, Cirope de Freza, Ulula... los Reyes más 'alternativos' en el Corral de San Antón.
José Luis Fuentes, el impulsor del Corral de San Antón.   MANU GARCÍA

La finca se compró hace 16 años con la intención de “recuperar formas de vida comunitarias sin romantizar la vida antigua de las casas de vecinos'', cuenta José Luis. “En las casas de vecinos se creaban familias. La ‘tata’ no era la tía de nadie, era una persona que cuidaba de todos y las relaciones eran muy familiares”.

Este corral tiene una peculiaridad, y es que arquitectónicamente se diferencia de los típicos patios de vecinos. Una hipótesis sobre la diferencia entre ambos radica en que las casas de vecinos se establecen sobre antiguas casas-palacios; mientras que los corrales se construyeron de manera específica para la gente que venía a trabajar, en el caso de San Miguel, muchos de ellos de la zona de la Sierra de Cádiz. Este es un corral, según Ricarda López “de los pocos que quedan en Jerez, junto a uno en la calle Nueva”. 

Además, el arqueólogo del proyecto está investigando el esqueleto de una persona que se encontró en los bajos de la casa, pudiendo tratarse pues, de un antiguo cementerio islámico. En algún momento futuro (esperemos que no muy lejano), cuando se presente el proyecto completo con la librería-cafetería que abrirá sus puertas (con fecha sin determinar), José Luis quiere que el arqueólogo realice también una presentación histórica con los datos que consiga recabar.

"No había elegido una casa ni un barrio, sino una forma de vida"

Pero volviendo al presente, al uso actual, este proyecto nace con la idea de compartir ciertos aspectos de la vida conservando a su vez cierta intimidad. “No había elegido una casa ni un barrio, sino una forma de vida”, relata su impulsor. Los tres fundadores iniciales estuvieron viviendo un par de años hasta que firmaron un acuerdo con la Junta, un acta de compromiso, “pero la Junta desapareció tras la firma hasta que las condiciones de la casa fueron insostenibles”, relata. José Luis tuvo que interponer entonces una denuncia para desbloquear la situación y poder arrancar las obras, ya que dicho acuerdo les impedía acometer mejoras de forma autónoma. Tras unos años de lucha, consiguieron continuar para frenar el deterioro de la casa y seguir caminando para construir el proyecto. 

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El patio del Corral de San Antón, antiguo corral de vecinos en San Miguel.   MANU GARCÍA

Actualmente, en la parte superior tiene la zona de vivienda familiar y de trabajo compartido, y el resto está dedicado al proyecto cultural. Los vecinos conocen la calle San Antón como Corral de San Antón, y han continuado con el nombre para generar interacción con el barrio.

El Corral se establece como la asociación cultural Corral de San Antón, y cuenta con 81 socios y socias que parten de una cuota mínima de 5 euros al mes. “El proyecto está en continua reconceptualización, no es un ente cerrado. Queremos entender que el Corral de San Antón no es tanto un colectivo como el espacio en sí, queremos que las personas que sean usuarias del corral sientan cierta responsabilidad hacia el espacio. Si alguien quiere proponer algo, que no sienta que tiene que pedir permiso, sino que sepa que el espacio está ahí. No tiene que pasar por una asamblea que filtre lo que se puede hacer”. 

Sobre la relación económica con el proyecto, José Luis explica que “son conceptos con los que no estamos acostumbrados a tratar”. “El espacio de trabajo compartido, por ejemplo, no tiene un precio estipulado, desde la honestidad cada uno aporta lo que puede sabiendo que la economía es algo necesario para que todo fluya. Se trata de buscar una estabilidad económica personal y también la estabilidad del propio espacio”. En cuanto a la cuota de socios, explica que “están pensadas para traer actividad cultural”. 

"Queremos que la parte de la librería-cafetería, que está aún en proceso, sea el lugar de encuentro diario para vecinas y vecinos del barrio", concluye José Luis.

Un mercado con artesanos y artistas locales 

“En el mercado damos espacio a personas socias del corral, también a algunas personas del espacio de trabajo compartido, más algunas vecinas y amigas. En cuanto al consumo desbordante de las navidades, eso se da, no podemos obviarlo. Ya que vamos a consumir, que sea con conciencia y con cariño. Está muy bien apostar por lo local, pero aquí tiene un carácter claro de apuesta por la transformación social, no solo lo local por local, que sea una economía transformadora y que se puedan cambiar las relaciones de poder”. 

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Mercado del Corral de San Antón.   MANU GARCÍA

Marta Mateos (Jerez) es educadora social y ahora también se dedica a la artesanía, realizando piezas con vidrio bajo la marca Saturno. En estos días, comparte espacio junto a otras compañeras y compañeros como Made in Tarrío, Cirope de Freza, Ulula, Ktetas, Magenta o Claudia GR Moneo

"Cuando compras artesanía estás comprando un pedacito de esa persona"

“En Jerez había escaseado mucho los mercados de artesanía y estas navidades ha tenido un repunte, cada vez hay más gente. He alucinado con las artistas que están participando, es variado y diferente. Me parece muy guay que esté creándose este germen”, cuenta Marta. 

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Marta Mateo, artesana residente en el Corral de San Antón.   MANU GARCÍA

“El Corral tiene unos valores que fomentan el feminismo y el tejido asociativo. Cuando compras artesanía estás comprando un pedacito de esa persona, de su tiempo y de su ilusión. Cuando viene alguien que lo valora y lo disfruta, se agradece mucho”.

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Una pieza de vidrio realizada por Marta Mateos.   MANU GARCÍA

 

Sobre el autor:

V. Reyes

Periodista.

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