A mediodía, la hora cervecera o del copeo por excelencia, las puertas del Gorila se abrían este jueves en Jerez de nuevo para iniciar una nueva etapa después de una veintena de años en los que Javier Sánchez Mellado lo puso en marcha con una seña de identidad: la cerveza de aquí y de todas partes.
Ahora Pepe, el del Rody, y su hijo Daniel Muñoz han cogido las riendas del negocio. El propio Sánchez Mellado, junto a otros conocidos hosteleros del centro, han dado su bendición al renovado negocio, dispuesto para la temporada alta jerezana en la antesala de la Nochebuena.
Es un cambio pero respetando la singular estética del establecimiento e introduciendo el tapeo y el marisco. Al carecer de espacio suficiente para instalar una cocina, por ahora serán tapas frías de conservas de calidad y chacinas: “pero la idea de la cocina en un futuro podría suceder”.
Pepe confiesa que han sido 15 días de trabajo duro para poder cumplir con el objetivo de abrirlo este fin de semana, “el interior conserva casi la misma decoración excepto en algunos detalles”, explica.
Reconoce que “este es un buen negocio tanto por la historia que acumula como por su ubicación, es de las mejores que tiene jerez”. Tiene claro un objetivo inmediato, potenciar las terrazas y que el servicio siga siendo excelente e incluso mejor, “son ocho las personas que están trabajando ahora, algunos de la etapa anterior”.
Como informó lavozdelsur.es, Pepe y Dani Muñoz pretenden una renovación de la cervecería, que se mantiene como tal con una carta más corta de cervezas, pero más amplia en cuanto a lo gastronómico. Ese es un aspecto en el que Pepe es un maestro gracias a la reconocida cocina del bar Rody, casi a la vera del Gorila, en la plaza de la Asunción, con 40 años de trayectoria hostelera.
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