Unas 150 personas, entre trabajadores directos y allegados, han marchado a pie en la mañana de este sábado, durante las más de dos horas que han necesitado para recorrer el trayecto que separa a la cementera de HolcimLafarge en Jerez y la plaza del Arenal, para protestar contra el cierre del horno en esta factoría y su conversión en una molienda, lo que lleva aparejado un ERE que pondrá en la calle a 59 de sus empleados.
En total, para la lectura del manifiesto contra el cerrojazo, se han congregado en torno a unas 350 personas en el centro de Jerez, según han anunciado los convocantes. Se trata de una nueva acción de protesta y reivindicación para tratar de impedir la extinción de empleos anunciada por la multinacional, y que tras cuatro reuniones con el comité de empresa de la cementera jerezana dentro del periodo de consultas se mantiene en los planteamientos iniciales.
El varapalo industrial, en plena pandemia, dejaría a Jerez prácticamente sin uno de sus últimos grandes centros industriales, lo que además mermaría la industria auxiliar que rodea a la cementera y de la que dependen más de 200 familias. Los grupos políticos con representación municipal en la ciudad han estado apoyando a la plantilla, después de aprobar en el pasado pleno una declaración institucional exigiendo alternativas a la multinacional franco-suiza.
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