Ecologistas en Acción ha encendido las alarmas en Huelva tras denunciar la matanza nocturna de ciervas en el término municipal de Berrocal, una práctica ilegal que, según recuerdan, está expresamente prohibida hasta el 19 de octubre por tratarse del periodo en que estos animales crían a sus cervatillos.
Según el comunicado emitido por la organización, los disparos se escuchan casi cada noche desde el monte, en ocasiones incluso cerca de zonas habitadas. A estos sonidos se suman el rugido de motocicletas circulando tanto por caminos como por sendas donde no deberían transitar, en lo que parecen ser operaciones sistemáticas de caza furtiva.
Cuerpos abandonados y zonas clave vigiladas por los furtivos
El pasado jueves, los vecinos de Berrocal se toparon con una escena que ya empieza a ser habitual: los cuerpos sin vida de dos ciervas adultas, abatidas por disparos y abandonadas sin despiece en las cercanías de puntos de agua frecuentados por la fauna. Según el grupo ecologista, estos lugares son bien conocidos tanto por los habitantes como por los propios cazadores ilegales.
Estos hallazgos se suman a otros similares que se vienen produciendo con una frecuencia inquietante. “También trae la noche el ruido de las motos rodando por carriles y por donde no los hay”, denuncia el comunicado, señalando una actividad furtiva organizada y persistente.
Petición de más medios y responsabilidad a cazadores legales
Para frenar estos delitos ambientales, Ecologistas en Acción ha registrado escritos dirigidos tanto a la Junta de Andalucía como a la Subdelegación del Gobierno en Huelva, solicitando más recursos humanos y materiales para que las autoridades competentes puedan vigilar y actuar con eficacia en la zona afectada.
Además, la organización ha hecho un llamamiento público a la sociedad de caza local, pidiéndoles tolerancia cero ante este tipo de prácticas. Consideran que los propios cazadores podrían conocer la identidad de los furtivos y advierten de que estas acciones ilegales también perjudican gravemente su imagen y sus intereses.
“No solo tienen conocimiento de los hechos, sino que probablemente conocen perfectamente a los autores”, subraya el texto. Por ello, reclaman que los colectivos de caza actúen con contundencia y responsabilidad para proteger la legalidad y la sostenibilidad de la actividad cinegética.
Lo que está ocurriendo en Berrocal es, para los ecologistas, una muestra alarmante de impunidad y falta de control en entornos naturales clave de la provincia. “Encontramos los restos de las matanzas nocturnas”, relatan en su escrito, describiendo un panorama cada vez más preocupante para la fauna salvaje andaluza.
Desde Ecologistas en Acción advierten que permitir esta situación puede tener consecuencias devastadoras para la biodiversidad, en especial en una época crítica para la reproducción de los ciervos. Insisten en que es el momento de actuar antes de que la situación se descontrole aún más.