La organización agraria Asaja-Huelva ha completado el proceso de selección de 50 refugiados que se incorporarán el próximo mes de octubre a la campaña de frutos rojos en la provincia onubense. Los contratos tendrán una duración mínima de seis meses e incluyen alojamiento gratuito ofrecido por las empresas contratantes.
El proceso de selección comenzó el pasado martes 16 de septiembre en Sevilla, donde se preseleccionaron unos 60 trabajadores. Posteriormente, el jueves, la sede de la Cruz Roja en Huelva acogió entrevistas a 20 candidatos más, gracias a un acuerdo de colaboración entre ambas entidades. Los 15 restantes serán entrevistados online desde diferentes puntos de Andalucía.
Modelo con balance positivo
Esta iniciativa forma parte de un programa piloto que ya se puso en marcha el año pasado y que, según Asaja-Huelva, ha demostrado ser un “modelo eficaz y satisfactorio”. El proyecto busca ofrecer oportunidades laborales y de integración social a refugiados, al mismo tiempo que da respuesta a las necesidades de mano de obra del sector agrícola.
La pasada semana, representantes de Asaja-Huelva se reunieron en Madrid con la directora general de Atención Humanitaria del Ministerio de Inclusión Social, Paloma Favieres Ruiz, para analizar los resultados de la campaña anterior y planificar la nueva edición.
Según la entidad, este modelo ha favorecido la diversificación del origen de los trabajadores en las campañas agrícolas onubenses, ofreciendo a jóvenes refugiados la posibilidad de iniciar “una vida plena y estable en España”.
Seis meses de trabajo y vivienda garantizada
Asaja-Huelva ha valorado muy positivamente los resultados obtenidos y ha reiterado su compromiso con un modelo de contratación que combina la atención a las demandas del sector agrícola con la integración de colectivos vulnerables.
Los 50 seleccionados se incorporarán a una de las empresas más representativas del sector de los frutos rojos en Huelva, con contratos que garantizan empleo estable durante seis meses y alojamiento gratuito, un factor clave para facilitar la adaptación de los trabajadores.
El programa cuenta con la supervisión del Ministerio de Inclusión, lo que refuerza su carácter de experiencia piloto dentro de la política de apoyo a refugiados en España.


