Un caso de presunta violencia de género sacude a la política cordobesa. La diputada provincial del PSOE y exalcaldesa de El Carpio, Desireé Benavides, está siendo investigada por un supuesto delito de maltrato habitual contra su marido. Pero la historia no queda ahí: él también la ha denunciado por agresión tras una pelea que estalló en su vivienda entre la noche del jueves 29 y la madrugada del viernes 30 de mayo.
Según fuentes cercanas al caso, y como adelantó el diario ABC y recoge Europa Press, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Montoro ha impuesto una orden de alejamiento a Benavides. El parte médico presentado por su esposo recoge once lesiones repartidas por todo el cuerpo, lo que la señala como posible autora de una conducta violenta reiterada.
La exregidora, que también integra la Ejecutiva Provincial del PSOE junto a Rafaela Crespín, no tardó en responder con otra denuncia. En su versión, fue ella la víctima de violencia machista: su marido, según declaró, le habría tirado del bolso, provocando que cayera al suelo. Un parte médico refleja que sufrió lesiones leves en un dedo y algunos arañazos.
Ambos, investigados
La Guardia Civil actuó tras recibir la denuncia de Benavides. Llamaron al marido para que se presentara en el cuartel, lo arrestaron y fue examinado por un médico. Esa misma noche durmió en los calabozos de la Comandancia de Córdoba, aunque quedó en libertad tras declarar ante el juez.
Pese a su detención inicial, el hombre negó los hechos descritos por su esposa. Afirmó que nunca forcejeó con ella ni la agarró del bolso, tal como ella había asegurado. Por el contrario, él la acusa de haberle golpeado durante la discusión. De momento, ambos están siendo investigados por las autoridades judiciales.
Desde la política provincial, las reacciones no se han hecho esperar. El presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, fue claro al declarar que no hará ningún juicio de valor sobre el caso.
Con ambas partes denunciándose mutuamente y con órdenes de alejamiento cruzadas, el juzgado ahora tiene la difícil tarea de esclarecer qué ocurrió realmente en el domicilio de esta pareja