Lorena Peña y su pareja tienen un sueldo, él trabaja en el sector naval, en una empresa subcontratada por la multinacional Dragados en Puerto Real. Ingresan entre 1.300 y 1.500 euros al mes "según las horas que eche". Con esos ingresos no pueden acceder a un piso de alquiler.
Su caída en el infierno inmobiliario comenzó hace cinco años, cuando se abrió un litigio para que a ella y a sus dos hijos, de 8 y 13 años, no les echaran del piso que habitaban.
"El Ayuntamiento de Cádiz dejó de pagar su parte, me separé de mi marido y no podía con el alquiler yo sola. Lo que me pasaba mi ex era para mis hijos. La deuda se hizo grande", explica Lorena a lavozdelsur.es.
El 9 de mayo fue a juicio. El dueño de la casa le perdonaba la deuda si se iba en 15 días y así fue. "Me tuve que ir porque no podía pagar lo que le debía pero me quedé sin vivienda. Fui al Ayuntamiento a compartir mi situación pero todavía no hay ninguna solución".
Primero pasó a un trastero y de ahí, en junio, al coche. Ambos llevan tres meses durmiendo en un coche, un utilitario Dacia, al que se tuvieron que mudar "porque el calor hacía imposible estar en el trastero sin ventilación que usábamos de piso". Los hijos viven con los abuelos paternos.

"No nos han robado ni pegado pero a veces un coche con chavales aparca al lado, te dicen cosas, se creen que nos estamos enrollando o se cachondean, una noche nos tiraron comida"
Ya son más de tres meses pernoctando así: "Paso mucho miedo. Aunque estoy con mi marido se pasa mal. No nos han robado ni nos han pegado pero algunas veces, un coche con chavales aparca al lado, te dicen cosas, creen que nos estamos enrollando o se cachondean, una noche nos tiraron comida", dice mientras señala la carrocería con manchas.
Ese dormitorio con volante y ruedas es itinerante. A veces el Río San Pedro, en Puerto Real, y gran la mayoría en el perfil de la Zona Franca a la Bahía de Cádiz, con San Fernando al fondo y la autovía CA-33 a la vista, entre pescadores, piragüistas y mariscadores que frecuentan la zona: "Con algunos he cogido hasta confianza. Al menos, ver el mar relaja un poco".
Lorena Peña, de 41 años, dice que "ya no salen ni las lágrimas. Estoy harta de pedir ayuda al Ayuntamiento, ahora nos asesora la Asociación Pro Derechos Humanos pero son tres meses durmiendo así cada noche. Pregunto y sólo me dicen que estoy en la lista de espera".
"En la lista de pisos de alquiler social en Cádiz, en Procasa, una vez pregunto y soy la número 32, otra la 50, a la siguiente, la 77. Este junio estaba en el puesto número 200, en julio era la número 190, no entiendo cómo va esa lista".
El mercado privado de alquiler es una quimera. Ni con los 1.500 euros del trabajo de su pareja alcanza. "Lo más asequible que hemos encontrado era un piso de 750 euros en el Río San Pedro pero prohibidos niños y mascotas, con aval de dos meses por adelantado. Además de comparar hijos con perros, no podíamos pagar esa cantidad porque no comeríamos".
Cádiz, la provincia donde más sube el paro en septiembre
Cádiz es la provincia andaluza donde más sube el paro en el mes de septiembre. El Ministerio de Trabajo constata que sumaron al desempleo 3.683 trabajadores, dejando la cifra total en 112.577.
Es la provincia donde más repuntó el desempleo, muy por delante de la segunda y la tercera en este dudoso ranking, que son A Coruña (+1.254) y Asturias (+1.219).
Mientras que en España el paro registrado bajó en 4.846 personas en septiembre, en Andalucía fueron 7.166 quienes se quedaron sin empleo, por la finalización de los contratos de verano. La región andaluza es la que más sufre el término de la temporada estival.
Y es que el paro bajó en septiembre en nueve comunidades autónomas, principalmente en Cataluña (-5.293 desempleados), Canarias (-4.842) y Comunidad Valenciana (-2.739). Andalucía es donde más subió, seguida de Galicia (+3.394 parados) y Asturias (+1.219).
Tres enfermedades y llega el frío
Está diagnosticada de diabetes, asma y obesidad mórbida. "El médico me ha dicho que el frío del invierno durmiendo en el coche me hará daño pero no tengo alternativa".
Mientras aparece la solución, explica que cada noche tumba los asientos delanteros y usa pequeños colchones hinchables para las piernas, "tapamos las ventanillas y los parabrisas con toallas y ropa, así todas las tardes, y a esperar que no pase nada, que nadie venga a molestar. Yo apenas duermo, ni pego ojo, tengo miedo".
El maletero, a rebosar, es lo más parecido a un armario. Hay algunas prendas de vestir y hasta los libros de texto de sus hijos. Lorena insiste en que "mis hijos nunca han tenido problemas para estudiar, ni para comer, ni les ha faltado ropa, lo que necesitan es un techo que podamos pagar".
Prefiere que su rostro no se vea en las fotografías: "Mi hija está en el instituto, ella sabe lo que hay, lo pasa muy mal y los niños a esa edad pueden ser muy crueles".
"Nos indigna que haya más de 2.700 viviendas vacías y nos digan que no hay nada. No queremos ningún regalo. Queremos pagar un alquiler que se pueda pagar. Sabemos de muchas viviendas tienen el cerrojo antiokupa puesto, llevan años y años cerradas", comentan.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, en Cádiz estaban registradas hasta 2.748 casas vacías de las 56.479 existentes: "Sólo quiero mis hijos tengan un techo, un alquiler que podamos pagar. Nuestros hijos están sufriendo".
Lorena Peña, que ha protestado en varias ocasiones ante el Ayuntamiento de Cádiz, asegura que acudirá este viernes 3 de octubre de nuevo a la sede municipal de San Juan de Dios para reclamar una solución definitiva a su peregrinaje entre trastero y coche.





