La reaparición del nombre de Ana Obregón vinculado al pederasta Jeffrey Epstein ha provocado una reacción inmediata y contundente por parte de la actriz y presentadora. La polémica ha surgido tras la publicación de un reportaje de The New York Times, en el que se detalla que Epstein comenzó a amasar su fortuna después de recibir encargos de varias familias españolas —entre ellas la de la actriz— para recuperar inversiones perdidas en una firma de corretaje que acabó en quiebra.
El reportaje sitúa los hechos a comienzos de la década de 1980 y señala que Epstein mantenía una relación de trato cercano con la familia Obregón, además de salir de manera casual con la actriz durante su estancia en Nueva York. La información ha devuelto al primer plano una relación personal que la propia Obregón había mencionado años atrás, antes de que Epstein fuera condenado por delitos de tráfico y abuso sexual de menores y se suicidara en prisión en 2019.
"Me pone nerviosa que me unan a un depravado"
Tras conocerse el contenido del reportaje, Ana Obregón ha mostrado su indignación: "Estoy flipando con todo esto, porque no es plato de buen gusto. Me pone nerviosa, que te unan a un depravado de esa magnitud, es asqueroso. Me repugna haber sido su amiga, me hierve la sangre”, ha indicado en el programa Y ahora Sonsoles.
Obregón ha insistido en que la relación con Epstein fue exclusivamente de amistad y que se produjo cuando ella tenía apenas 21 años, durante una etapa formativa en Estados Unidos. Según su relato, se trasladó a Nueva York tras finalizar su carrera universitaria para estudiar Arte Dramático, momento en el que fue presentada al financiero. “Acabo mi carrera como segunda de mi promoción y con el enfado de mis padres me voy a vivir a Nueva York para estudiar Arte Dramático. Allí me presentaron a Jeffrey Epstein”, ha explicado.
Una amistad sin relación sentimental
La actriz ha descrito cómo comenzó una relación de trato cotidiano basada en encuentros matinales antes de acudir a clase, negando de forma tajante cualquier tipo de vínculo sentimental o sexual. “Pensé que era un chico muy guapo y muy mono. Me dijeron que era muy inteligente, trabajaba en Wall Street... Empezamos una amistad”, ha relatado.
Según ha explicado, la amistad se prolongó durante aproximadamente dos años y se intensificó cuando el apartamento en el que vivía sufrió un incendio, lo que llevó a Epstein a ofrecerle alojamiento. “Quién no va a cogerle cariño, estando sola en Nueva York, te aparece como un príncipe guapo y con dinero”, ha señalado, contextualizando aquella etapa de su vida.
Obregón también ha recordado que rechazó cualquier intento de relación sentimental, asegurando que Epstein le propuso mantener una relación “de una forma educada”, a lo que ella respondió con claridad: “Le dije, Jeffrey, no me preguntes por qué, pero contigo no va a haber nada”. En su defensa, ha insistido en que nunca percibió comportamientos inapropiados durante aquellos años, afirmando que “yo en los que he vivido, que no me separaba de él, no lo vi nunca” y que su trato con las mujeres era “educadísimo con todo el mundo”.