La Diócesis de Cádiz ha dado este sábado una emotiva y solemne bienvenida a Monseñor Ramón Valdivia Jiménez, designado hace apenas una semana por el Santo Padre León XIV como nuevo administrador episcopal, tras aceptar la renuncia del hasta entonces obispo, Rafael Zornoza, investigado por el Tribunal de la Rota por unos presuntos abusos a un menor.
La Catedral de Cádiz, repleta de fieles, autoridades y representantes eclesiásticos, ha sido el escenario de esta primera misa presidida por Valdivia, un encuentro marcado por la esperanza, unidad y renovación que marca el inicio de una etapa temporal para la diócesis. Desde su llegada procedente de la Archidiócesis de Sevilla, el nuevo Administrador Apostólico ha sido arropado por todo el clero diocesano, religiosos y religiosas, hermandades y cofradías, asociaciones y miembros de la comunidad católica local.


También han asistido representantes institucionales como la delegada de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo, la de Cultura, Tania Barcelona, el alcalde, Bruno García, y los concejales José Manuel Verdulla, Nuria Álvarez y Manuel Márquez, entre otros. La misa, que comenzó puntualmente a las 12.00 horas, ha contado con la presencia del obispo auxiliar de Sevilla, Mons. Teodoro León, y familiares del administrador episcopal. La ceremonia se abrió con la lectura oficial de su nombramiento, a cargo del canciller diocesano, el padre Cristóbal Flor.
Durante la homilía, Mons. Valdivia puso el acento en la misericordia y el amor de Dios como ejes esenciales de la evangelización. “Jesucristo es el camino inverso de la búsqueda de los hombres. Él es el Dios que sale en busca del hombre, especialmente de aquellos que se encuentran en los márgenes de los caminos”, proclamó emocionado. Agradeció al Papa León XIV la confianza depositada en él y subrayó su compromiso con la comunidad gaditana.
Tiempo de renovación
El prelado destacó que esta nueva etapa supondrá un tiempo de “renovación” y un llamamiento a la fraternidad: “Estamos llamados a vivir como hermanos, superando nuestras fallas humanas, para abrazar la misericordia de Dios”. Remarcó que su misión será construir puentes “entre África y Europa, entre la pobreza y la abundancia, y entre las tristezas de quienes sufren y la alegría de participar en la comunión con Cristo”.



No olvidó reconocer la labor del obispo emérito, Rafael Zornoza Boy, por sus 14 años de servicio: “Gracias por hacerme presente en vuestro camino, en vuestra historia, en vuestros límites y en vuestra gloria”.
Antes de despedirse, expresó que este tiempo será un “regalo” personal y pastoral, e invitó a todos a “cruzar los mares” y derribar barreras. Agradeció especialmente al Cabildo Catedral, al Seminario Diocesano, a sus seminaristas y al Coro Virelay, así como a las autoridades y fieles por su apoyo.


Durante la mañana, antes de la misa, visitó el Santuario de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de la ciudad, para encomendar su ministerio. Y mañana, domingo 30 de noviembre, celebrará una ceremonia similar en el Santuario de Nuestra Señora de África, en Ceuta, a las 12.00 horas.
Con este gesto, Valdivia inicia oficialmente su labor pastoral en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, una etapa que él mismo ha definido como una “continuación transitoria” hasta la llegada del nuevo obispo.



