Las primeras decisiones de monseñor Ramón Valdivia Jiménez como administrador apostólico de la Diócesis de Cádiz-Ceuta han marcado un claro gesto de continuidad y estabilidad institucional. Lejos de introducir cambios en el equipo heredado, el prelado ha decidido confirmar en sus cargos a todos los miembros de la curia diocesana y del Tribunal Eclesiástico, manteniendo intacta la estructura de gobierno de la Iglesia local.
Así, según el comunicado oficial, la curia diocesana queda conformada por: Óscar González Esparragosa, Vicario General; Pedro Velo González, Pro-Vicario General; Francisco Jesús Fernández Alcedo, Vicario del Obispado de Ceuta; Fernando María Campos Rosa, Vicario Episcopal para la Evangelización y el Primer Anuncio; Gonzalo Núñez del Castillo, Vicario Episcopal para la Zona Pastoral de la Bahía de Cádiz y La Janda, y Juan José Marina Janeiro, Vicario Episcopal para la Zona Pastoral del Campo de Gibraltar.
Además, se ha ratificado a todos los que ejercen un oficio eclesiástico, tanto en la curia como en el Tribunal Eclesiástico, conservando las mismas facultades que tenían hasta ahora.
Primer encuentro con el personal del Obispado
Este lunes, monseñor Valdivia mantuvo también su primer encuentro con empleados y colaboradores laicos del obispado, presentándose oficialmente tras su nombramiento.
El acto contó con la intervención del Vicario General, quien subrayó “la generosidad del nuevo administrador apostólico”, afirmando que “lo recibimos con gran cariño, ya que deja todo en Sevilla por estar aquí”. También destacó la profesionalidad del equipo laboral de la Casa de la Iglesia y recordó que su labor ha sido avalada por diversas auditorías.
Por su parte, monseñor Valdivia expresó su satisfacción por iniciar esta etapa al servicio de la Iglesia gaditana y ceutí. Agradeció la labor de los trabajadores, a quienes pidió paciencia durante los primeros días de adaptación: “Os pido que vayamos poco a poco; estoy a vuestra disposición”.
El prelado explicó que durante esta semana alternará su presencia entre Cádiz y Sevilla para culminar asuntos pendientes en su diócesis de origen, reflejando una transición ordenada y serena.
