El lugar y el clima iban a compás del doloroso motivo de reunión. Frío intenso como el que deja el reguero interminable de víctimas de la violencia machista en la glorieta Ana Orantes de Cádiz.
Es la plaza más popular de los extramuros gaditanos y está dedicada a la memoria de la mujer granadina que fue quemada viva por su marido en 1997. Está considerada, en los registros oficiales que se crearon entonces, como la primera asesinada por el hecho de ser mujer.
Esta concentración era la culminación de un amplio programa de manifestaciones en Cádiz por las miles de afectadas por agresiones, amenazas, insultos y crímenes contra la mitad de la humanidad.
La organizadora, en este caso, era la Comisión 8M Cádiz, integrada en los colectivos feministas de la provincia. La lectura del manifiesto con motivo de este 25 de noviembre amplió los matices y detalles de una denuncia que ya se había oído durante toda la jornada.
"A la violencia machista de siempre, la que sigue matando, se añaden nuevas formas. Ahora vemos la violencia digital y la institucional pero las víctimas siempre las mismas, las mujeres", matizaba Maribel Agüero, representante del colectivo feminista del alumnado de la Universidad de Cádiz.
En el cierre del día contra la violencia de género en Cádiz, con varios cientos de personas, mujeres mayoritariamente, al borde del mar, llamó la atención la presencia de colectivos de mujeres en lucha por sus derechos laborales.
"Las cuidadoras, las limpiadoras, las que sostenemos las familias siempre somos las mujeres y siempre somos las peor tratadas"
"Las mujeres precarizadas" tuvieron presencia y recuerdo, tanto las limpiadoras de la Universidad de Cádiz que superan el mes de encierro por la mejora de sus condiciones "de miseria" como las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Cádiz, también en movilización permanente desde octubre por los mismos motivos.
"Las cuidadoras, las limpiadoras, las que sostenemos las familias y las casas, las que prestamos servicios que necesitan todos siempre somos las mujeres y, siempre, somos las peor tratadas, las peor pagadas", destacaba Rosa Gómez, una de las sindicalistas presentes en la protesta.
Estos dos casos de protesta laboral fueron presentados por las convocantes como ejemplos de "violencia institucional" que se suma a la doméstica, a la de pareja, para asfixiar a miles de mujeres en la provincia de Cádiz cada día.
Dentro de este apartado, el maltrato que llega desde las empresas y administraciones públicas también hubo un recuerdo muy ovacionado, coreado, para "las víctimas de los errores en los cribados del cáncer de mama" en la crisis sanitaria andaluza.
Antes de la cita en la glorieta Ana Orantes, la mañana en Cádiz estuvo marcada por tres actos distintos pero unidos por las mismas reividicaciones. Por orden cronológico, el primero pudo verse y vivirse en la Subdelegación del Gobierno desde las 10 horas.
La máxima representante del Gobierno en la provincia de Cádiz, Blanca Flores, hizo una especial referencia a las nuevas formas de odio misógino a través de internet y las redes sociales. "La violencia digital" fue resaltada se suma a otras formas de machismo según la socialista.
Fueron recordados los nombres de las 38 mujeres asesinadas por la violencia machista en España en lo que va de año. Un emocionante minuto de silencio en su memoria y en la de las miles de mujeres que viven amenazadas remató esta convocatoria.
"No niegues, no normalices, no disculpes"
Apenas una hora después, la delegada de la Junta de Andalucía en Cádiz, Mercedes Colombo, presidió la lectura del manifiesto institucional impulsado por la administración autonómica con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
El delegado territorial de Inclusión, Juventud, Familias e Igualdad, Alfonso Candón, y la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Blanca Merino, le respaldaron en este acto institucional bajo el lema "no niegues, no normalices, no disculpes".
El tercer y último encuentro público -el más populoso de la jornada en Cádiz junto a la concentración vespertina- tuvo como escenario la plaza del Palillero de Cádiz.
Una leve y pasajera lluvia permitió abrir decenas de paraguas de color morado, el que siempre recuerda a las víctimas del machismo y reivindica el feminismo.
Las escaleras de acceso a la Fundación Municipal de la Mujer sirvieron de escenario para la lectura del manifiesto de las asociaciones de mujeres de Cádiz, con la destacada asistencia de numerosos concejales del Ayuntamiento de Cádiz encabezados por el alcalde Bruno García.



