Sin andaluces por primera vez en diez años llegaba España a su cita en Estocolmo frente a Suecia. Y con una derrota (2-1) que le complica la clasificación en el Mundial de Qatar se marchó el combinado nacional.
Tal vez con la magia, la chispa y el carácter del fútbol andaluz el rendimiento hubiera sido distinto. Lo que está claro es que la España de la Eurocopa se quedó en el limbo para ofrecer una versión más apática, sin muchas ideas, gris en el juego, temblorosa atrás y sin recursos arriba.
Con la derrota ante Suecia, España está ahora obligada a ganar todo lo que le queda en su grupo y esperar algún falló del conjunto nórdico. De lo más irregular está siendo la fase de clasificación del equipo que dirige Luis Enrique, que al tropiezo de ayer suma un empate y dos victorias. Con siete puntos, la selección española cedió el liderato a Suecia, que suma nueve puntos.
Los diez primeros clasificados de cada grupo se clasificarán directamente para el Mundial del próximo año. Los diez segundos se tendrán que repartir tres plazas en la repesca junto a las dos selecciones que no hayan logrado la clasificación en la fase final de la Liga de las Naciones.
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