Durante varios años, Juan Manuel Sánchez Padilla ha guardado un secreto que ahora ha visto la luz. Se ha dado el caso de que su hermano, Francisco, haya ido a cenar a su casa, sin saber que en una habitación cercana guardaba un retrato que ahora forma parte de una exposición, junto a otros 16 cuadros de personajes que, para él, son “ilustres” de Jerez.
“En los parlamentos, diputaciones y ayuntamientos siempre hay un salón de personajes ilustres, con presidentes retratados, que en muchos casos no han hecho nada para el pueblo, por eso he querido rendir homenaje a estas personas que trabajan por los demás de forma callada y constante”, explica Sánchez Padilla cuando conversa con lavozdelsur.es.
Los protagonistas de su exposición, a la que ha llamado Gente ilustre y que se puede visitar en la sala Julián Cuadra del Museo Arqueológico hasta el 23 de abril, son profesores, sindicalistas, políticos en un momento dado, activistas y, desde luego, personas implicadas socialmente con Jerez.
“Ellos no lo sabían. Ha sido un secreto. Cuando pintas un retrato, lo normal es tener al modelo delante, pero como he preferido que fuera una sorpresa he buscado las imágenes como he podido, en redes sociales, prensa…”, relata Sánchez Padilla. De hecho, los cuadros de Paco Reinoso y Sebastián González están extraídos de fotografías publicadas en lavozdelsur.es.
En la muestra también aparecen retratos del profesor tristemente fallecido Nacho Villamor —recordado con unos premios para la paz y convivencia en su honor—; quien fuera líder de IU y concejal en el Ayuntamiento, Joaquín del Valle; el infatigable sindicalista José Manuel Trillo, la activista implicada en mil y una causas, Geli Sánchez; el profesor y ex Defensor de la Ciudadanía, Agustín García Lázaro; quien lo sucediera en el cargo, el sindicalista Paco Reinoso; el trabajador municipal y uno de los impulsores de Ganemos, José Mejías; la presidenta de la asociación de afectados por VIH/Sida Siloé, Rosalía Bejarano; el párroco Sebastián Rodríguez…
“Han sido dos años y medio de trabajo y otros tres para tener la sala disponible”, dice el autor de la muestra, que la solicitó poco antes del estallido de la pandemia. “Esta exposición la entiendo como el pago de una deuda, porque me han aportado valores que he intentado seguir, por eso me siento en deuda con todos ellos”, dice Juan Manuel Sánchez Padilla, que cuando concluya, entregará los cuadros a sus protagonistas.
Y es que Sánchez Padilla entiende la pintura “como un medio de comunicación”. Para él, los artistas —“yo soy aspirante”, aclara— "tienen que ser testigos de su tiempo, cronistas de lo que esta ocurriendo a su alrededor”, y aunque él tira más para el surrealismo, ha querido homenajear a “gente con actitud de servicio que es digna de mencionar”.
"Mi compromiso social, poco o mucho, intento canalizarlo a través de la pintura"
“Son ilustres para mí. A todos los conozco y han influido en mi vida, son referentes sociales”, describe Sánchez Padilla, quien también retrata a su madre, María Padilla López; a su hermano, Francisco Sánchez Padilla; al histórico sindicalista Sebastián González; a José Pérez El Polila; a quien fuera director del IES San Telmo, Alfonso Alcántara; a Consuelo Díez Domecq; a Lorenza Legorburu Ibarreche; y a Paqui García Moncayo y Paco Diosdado Fernández.
“Mi compromiso social, poco o mucho, intento canalizarlo a través de la pintura”, dice Juan Manuel Sánchez Padilla, quien cree que “hay un hueco para la pintura transformadora y de denuncia”. En cierta manera, es una forma de llevar su sindicalismo a su gran pasión. Él, que fue delegado sindical de CCOO durante tres décadas —“pero sin estar liberado”, puntualiza—, se jubiló como funcionario del Ayuntamiento de Jerez en septiembre de 2020, después de cotizar más de 46 años.
Sánchez Padilla se fue con la pena de no poder despedirse de sus compañeros, ya que concluyó su vida laboral durante las primeras olas de la pandemia. “Fue muy raro”, confiesa, y más aún acostumbrarse a vivir sin horarios después de toda una vida con ellos. Ahora dedica su vida a la pintura, y se ha matriculado en el aula de mayores de la UCA, "para no aburrirme", comenta entre risas.
Juan Manuel Sánchez Padilla, quien se considera “aprendiz de pintor”, aunque lleve pintando desde hace muchos años, descubrió su habilidad mientras hacía el servicio militar. “Un día me dio por dibujar para matar el aburrimiento”, cuenta. “No me salió mal y un compañero me dijo que pintara a su novia”. Sánchez Padilla le pidió a su pareja, que trabajaba en una papelería, que le comprara un bloc, lápices, sacapuntas y una goma, “y así empecé a dibujar novias de soldados de toda España”.
La exposición Gente ilustre, compuesta por 17 retratos, supone un “paréntesis” en la obra pictórica de Sánchez Padilla, quien asegura que ya trabaja en una próxima muestra del estilo que más le gusta, el surrealismo. El “surrealismo crítico”, como él lo llama, centrará una muestra que espera concluir en unos meses. “Planteo denuncias, mis anhelos, mis preocupaciones, mis indignaciones”, relata, “para aportar un grano de arena para que este mundo mejore un poco”. Como los protagonistas de sus cuadros.
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