'Navajita Plateá', tres décadas de poesía musical con denominación de origen Jerez
El mismo año que Sevilla se acicalaba para acoger la Exposición Universal, Barcelona se preparaba para los Juegos Olímpicos, Renfe inauguraba su primer AVE o Induráin volvía a ganar un Tour de Francia, en el jerezano barrio de Santiago nacía una formación que se iba a convertir en una de las bandas más prometedoras de la música española. Con Curro Carrasco e Ildefonso de los Reyes Pelé, bajo el nombre de Navajita Plateá supieron comandar un equipo que aprendió a fusionar como pocos sus raíces flamencas con estilos tan diversos como el pop, el blues o el funk, junto a Juan Grande, Ignacio Cintado y Jorge Gómez.
Y desde esas mismas calles que vieron nacer a históricas figuras del mundo flamenco, como Terremoto de Jerez, Javier Molina, Manuel Morao, Sordera de Jerez, El Sernita, Tío Borrico, Tía Anica La Piriñaca y tantos otros, la poética innata con la que Navajita Plateá se fue abriendo un hueco tanto en Jerez como más allá de sus fronteras, les llevaba a establecerse como una banda cuya denominación de origen eran las letras directas, sinceras e incisivas, donde el amor y el desamor se convertían en los grandes invitados de cada concierto.
Más de 30 años después de aquel primer concierto en el templete del Casino en la explanada del parque donde se lleva a cabo cada año la Feria del Caballo, la formación continúa su rumbo sin cambiar de equipo, integrantes o estilo, mostrándose siempre fieles a un repertorio de canciones imperecederas, a las que van incorporando nuevos temas "cuando ya lo tenemos hecho y nos sale de forma natural".
Este fin de semana, volverán a ofrecer un concierto en la ciudad que les vio nacer y de la que confiesan que "cada vez que queremos volver lo tenemos un poquito crudo". El año pasado, en el mes de agosto, debido a un cambio de ubicación de última hora, muchos seguidores no pudieron disfrutar de su música como esperaba. El próximo viernes, día 25 de octubre, sí que podrán hacerlo en el Teatro Villamarta, a partir de las ocho de la tarde, en un concierto para el que promete "estrenar temas nuevos" y que nos descubren en esta entrevista concedida en exclusiva a lavozdelsur.es.
Más o menos es así, lo que pasa es que ahora está todo enfocado a lo digital y a las redes (sociales) y parece que hoy se coge más a la gente que llenan los teatros a través de estas plataformas y, en las redes, nosotros siempre hemos pescado toda la vida con caña. Pero sí. Somos una banda que hemos superado ese problema de choque.
De un tiempo a esta parte, estamos intentando integrarnos cada vez más en este mundo tan tecnológico. Nosotros, como Navajita Platea, nacíamos a primero de los 90 del siglo pasado y fíjate si ha llovido desde aquel primer concierto que dimos ya consolidados como grupo en el templete que tenía como caseta el Casino en el parque de la Feria.
"El éxito es levantarse todos los días, comerse una buena tostá y vivir como uno quiere"
Cuando nosotros fuimos con Tomasito en el 93 a esa Fiesta de la Bulería, en realidad Curro (Carrasco) era el guitarrista y yo (Pelé) era el palmero y el corista. Es cierto que ya estábamos grabando maquetas, habíamos tocado en Los Caños de Meca e incluso hicimos alguna cosa en el Conde Duque en Madrid. Ahí no teníamos banda ni nada y, tanto Tomasito como nosotros cogimos una banda de Sevilla que se llamaba Los Caracatamba, que tocaban detrás de nosotros aquel día.
Cuando lo ves desde la distancia, te das cuenta de que la juventud y la inexperiencia juegan en tu contra porque no sabes que estás siendo protagonista de algo que va a trascender en el tiempo. No sabíamos de qué iba la industria ni nada y fíjate lo que supone que Noches de Bohemia fuese banda sonora de una película de Manolo Uribe —Días contados—, que también fue una de las primeras películas de Javier Bardem.
De todos modos, antes de Noches de Bohemia, con Frío sin ti, fuimos disco de oro y hay también muchas canciones que la gente sigue reconociéndolas. Eso fue dos o tres años antes de la aparición de ese tema, que todo el mundo toma como punto de inflexión de la banda. Y, de hecho, es la canción más conocida, más vendida y el disco de mayor impacto de nosotros.
"Nuestro principal valor es ser fieles a un sonido y a una forma de hacer música en directo"
No te vamos a negar que Noches de Bohemia es el clásico que, de alguna manera, nos ha dado estos 30 años de vida, aunque hoy en día seguimos componiendo porque para nosotros el éxito es levantarse todos los días, comerse un pedazo de tostada y vivir como uno quiere.
Tampoco nos preocupábamos si el éxito iba a tener repercusión o no. Vivíamos el momento, realmente. Estábamos currando, haciendo discos, para arriba, para abajo, con la banda y lo que hacíamos era disfrutar.
Nuestro principal valor es que somos así. Fieles a un sonido y a una forma de hacer música en directo. Fue muy difícil al principio, porque en los comienzos las multinacionales querían agarrar al grupo que conformábamos Curro y yo (Pelé) y en los discos nos tocaba una banda que eran los mismos músicos que tocaban para Rosario, Sabina o Ana Belén. Y nosotros luchábamos por un sonido de banda. Al tercer disco ya conseguimos poder grabar las canciones con nuestra propia banda.
"Nuestra música no solo está viva, sino que también es un ser vivo"
Ellos eran quienes tocaban en los conciertos y son integrantes de la banda también, claro que sí. Y nuestro empeño era defender el sonido de banda y el que seguimos defendiendo hoy en día, con canciones curradas y con poesía, más allá de los clics de móvil o las viralizaciones de la nueva era.
Nosotros somos conscientes de que nuestra banda forma parte de los grupos clásicos que tiene la gente en sus listas, que ahora le dicen playlist y antes eran los rebujitos que te hacías en la cinta de casete o en un cd.
"El grupo nunca se ha roto, solo ha habido momentos en los que teníamos que tomar espacios"
Creemos que sí. Que nos quiere. Al menos así ha quedado demostrado por la gente de aquí, de nuestra tierra. Distinto es quienes te contratan, porque nosotros no hemos desaparecido nunca, siempre ha estado la formación ahí. El grupo nunca se ha roto, solo ha habido momentos en los que teníamos que tomar espacios y eso es algo que nos ha fortalecido a la hora de luchar por un sonido, una identidad a la hora de hacer arte con nuestra música.
Por definirlo de alguna manera, nosotros estamos dentro de ese camino que abrieron Diego Carrasco, Ketama, Pata Negra o Lole y Manuel, por citar a algunos de aquella época la que le tenemos un respeto muy grande y claro que nos han influido porque era lo que nos gustaba y ahí encuentras muchas influencias musicales, que se verán el día 25 de octubre — viernes— en el Teatro Villamarta.
En Los Claustros se formó un lío. Sí. Pero no fue por culpa nuestra. En principio íbamos a tocar en la Plaza del Arenal, luego nos dijeron que en la Alameda Vieja, pero cambió el gobierno y decidieron mandarnos allí. Además, lo pusieron gratis y se formó lo que se formó. Allí caben 400 o 450 personas y se quedaron muchas personas en la cola sin poder entrar. Incluso hasta familiares nuestros se quedaron con las ganas de estar con nosotros allí aquel día.
"Cuando hemos querido tocar en Jerez, lo hemos tenido siempre un poquito crudo"
Y esperemos que todo el mundo que quiera pueda disfrutar de Navajita Plateá. Queremos sacarnos esa espinita que tenemos clavada, debido a las malas gestiones — hay que decirlo así— que nos hicieron palmar en ese sentido, porque el cambio de ubicación a quien realmente perjudicó fue al público. Si te cambian el sitio, sin previo aviso y porque sí, después pasan estas cosas.
La principal es que vamos a ofrecer temas nuevos, aparte de los que se hicieron este verano, que también van a estar, junto con los que conoce todo el mundo y que son de toda la vida.
La gente que lo sabe sí. Y nos dicen eso de “oye, que yo voy a ir a veros”, pero hay muchos que no se han enterado porque, en esta ocasión, el Teatro Villamarta es el promotor del concierto y no hay hecha publicidad. No hemos visto carteles por ahí, no hay información al público. ¿Cómo queremos que se llene un teatro así si la gente no se entera?
Es más, el otro día estuvimos con un compañero vuestro de otro medio y no sabía que tocábamos el 25 de octubre en Jerez. Fíjate tú hasta qué punto es importante que la gente lo sepa. Si no lo sabe un periodista que presenta un magacín diario en Jerez, ya me dirás tú. Pero bueno, nosotros estamos aquí para darlo todo y ya está.
"Vamos a tratar al público que venga a vernos al Teatro Villamarta con todo el cariño del mundo"
Te da pena, pero ya casi que te acostumbras porque, por ejemplo, cuando salimos, en Jerez no había espacios para gente como nosotros. Y el público demandaba un lugar donde poder tener oportunidad de escuchar a quienes hacíamos otras músicas.
Ese ciclo era un espacio lindo que, con el tiempo, había cogido auge y por el que han pasado artistas muy grandes. Un ciclo underground que nació en su día, en cierto modo, por culpa nuestra, donde se exponía música muy especial, para un público determinado y seguidor de esos estilos. Ese mundo world music ha desaparecido y, ahora, nos hemos vuelto a quedar sin ese espacio que ha vuelto a quitar el actual gobierno, nada más entrar.
Y por problemas de dinero no creo que sea, porque lo que han hecho es montar un ciclo nuevo, con otro nombre, que no tiene ni marco, ni condiciones para escuchar a los músicos.
Nosotros participábamos cuando teníamos algo que decir. A lo mejor, de todas las ediciones que se ha hecho, hemos participado tres o cuatro veces, pero su desaparición deja desubicados a músicos y bandas como la nuestra, que no tenemos cabida en ciclos flamencos y no pertenecemos a estas tribus que hay ya clasificadas.
Desde siempre, cuando hemos querido o nos ha apetecido tocar en Jerez, lo hemos tenido un poquito crudo. Y no sabemos por qué. Aun así, vamos a tratar al público que venga a vernos el viernes al Teatro Villamarta con todo el cariño del mundo. Eso que no le quepa la menor duda a nadie.
Vamos a presentar un montón de canciones nuevas, porque como músicos siempre estamos en la búsqueda del secreto de cada canción, donde la sientes y donde no, que es la pregunta más difícil de responder, porque las canciones suenan diferentes también cada día que la tocas. Y eso es bueno también porque es señal de que la música no solo está viva, sino que también es un ser vivo.
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