"No se puede entrar en una hermandad para encontrar un trabajo o como en un equipo de fútbol"

Pepe Castaño, que en 2023 cumplirá 75 años saliendo en la madrugada, pide a la Iglesia apoyo espiritual a las cofradías, exige formación e independencia para no ser “figurantes en un espectáculo cofrade”

José Castaño Rubiales posando en el bulevar de Cristina.
José Castaño Rubiales posando en el bulevar de Cristina. ESTEBAN

Siempre de Jesús

José Castaño Rubiales, 79 años de edad, es posiblemente uno de los personajes más conocido y que más gente conoce en Jerez. Más de 60 años de su vida los ha dedicado a su oficio, la peluquería. Desde monseñor Cirarda Lachiondo hasta el actual obispo es el peluquero ‘oficial’ de los purpurados que han pasado por la ciudad. Es Nazareno por sus cuatro costados, el año próximo cumplirá 75 años saliendo en la Noche de Jesús; solo es de la hermandad del Nazareno, de ninguna más. Fue 16 años hermano mayor y cuatro más de secretario. Nunca ha querido ser presidente de la Unión de Hermandades pese a que muchos, incluso algún obispo, lo ha empujado a ello.

Ha publicado 16 libros, todos de temática jerezana; cuatro de ellos dedicado al mundo cofrade. No tiene pelos en la lengua; es claro, directo y siempre con la verdad por delante. En su etapa como hermano mayor consiguió que Bellido Caro permitiera la entrada de la mujer en junta de gobierno, algo inédito entonces siendo la primera vez en la Andalucía cofrade. Caridad, formación y devoción son las tres claves que para él definen a un cofrade. A día de hoy está entregado a su gran afición de escritor y a la solidaridad.

¿Nunca comprometido con la gestión cofrade más allá del Nazareno?

Tuve ofrecimientos. De don Rafael Bellido para presidente de la Unión de Hermandades, en un momento muy caliente en las relaciones del organismo cofrade con él. Después Juan del Río me ofreció dirigir Cáritas Diocesana. Trabajaba en mi oficio todos los días entre 10 y 12 horas, después la hermandad y la familia; te confieso que a mis hijos no los he visto crecer. Estas propuestas me llegaban a punto de jubilarme y no quería meterme otra vez en la lucha.

Ante la reja de San Juan de Letrán.    ESTEBAN
Ante la reja de San Juan de Letrán.    ESTEBAN

¿Terminó, como hermano mayor, con algún resquemor?

Me fui frustrado porque la Iglesia no me apoyó en absoluto: soy un abandonado de la Iglesia. En mi etapa creamos un enorme movimiento cofrade en la hermandad para el que no teníamos apoyo espiritual; era frustrante. Teníamos un cura de ‘misa y olla’ que no quería saber nada de la hermandad. Pedí que lo cambiaran para dar salida a la enorme inquietud de formación a los hermanos. Había creado hasta diez grupos diferentes. Yo no podía hacerlo, no tenía la preparación necesaria. Tampoco tuvimos suerte con el siguiente que nos llegó.

En pocas palabras, no terminó satisfecho.

No es eso; tenía unas ideas muy contrarias al sentido tradicional. Hablo de la mía: era una hermandad muy particular, de caciques que estaba cerrada a cal y canto. Los hermanos no eran más que figurantes en la Noche de Jesús. Entendía que a través de la cofradía, los hermanos podían elevar su formación espiritual, social y humana. En lo primero no tenías a nadie hasta que llegó el dominico Agustín Turrado. Mi idea era mejorar, en todos los sentidos, a la gente modesta y elevarla; impulsé la caridad y ojo que el Nazareno fue la primera en poner en marcha una acción social de verdad y no de mentira.

"De hermano mayor me fui frustrado porque la Iglesia no me apoyó en la formación espiritual de los hermanos"

O sea, lo que le importaba estaba lejos de lo patrimonial.

Mi propósito no era sacar la cofradía con más oro o plata y más brillo; me achacaban que no estaba al tanto del patrimonio de la hermandad. Lo que me importaba era el patrimonio humano. Soy un devoto, estoy aquí por devoción, les decía; era algo muy complicado de hacer entender porque es otro el lenguaje cofrade que usaba.

Pepe Castaño en un instante de la entrevista.    ESTEBAN
Pepe Castaño en un instante de la entrevista.    ESTEBAN

Tiene en su haber ser el primer hermano mayor que integró a la mujer en una junta de gobierno.

Eso fue a escala andaluza. Fuimos los primeros. Entendía que la hermandad, al tener hombres y mujeres, saliendo y participando en cabildos como un hermano cualquiera, tenían que estar en la junta. Me lleve algunos años detrás del obispo para que me concediera ese deseo. Tenía detrás mía al presidente de la Unión de Hermandades que me espetaba mi tenacidad con lo de la mujer. Me pedía que no hablara tanto del asunto. Al final conseguí de don Rafael el decreto que permitía entrar a dos mujeres, pero sin ser hermano mayor ni teniente ni tesorero. Así entraron en la historia Antonia Montaño, fallecida este año, y Carmen Corchado como las dos primeras mujeres en una junta.

¿Por qué su hermandad ha conseguido ser como ser, escapando de las formas cofrades estandarizadas?

Hubo intentos de poner faldones al Traspaso, desde la época de Pepe Gómez, un sabio de las cofradías, que era un enamorado de la Virgen. Después hubo otros. En la hermandad nadie quería que se tocara, excepto algún hermano que insistía en lo mismo. ¿A qué venía modificarla? No debía ni debe cambiar porque Jerez es una copia de las cofradía sevillanas. Era un contagio generalizado. Las tradiciones hay que conservarlas. Sí rescatamos cosas antiguas, como las coronas en el paso de la Virgen, los guardias de campo, el palio de respeto…. Recuperamos, no inventamos.

" ¿A qué viene modificar mi hermandad? Jerez es una copia de las cofradías sevillanas"

El Nazareno, como en otras cofradías de renombre, la brecha social interna es o ha sido muy importante: ricos, los menos, y gente humilde.

Como hermano mayor me enorgullezco de haber conseguido que esas diferencias desaparecieran, con el respeto por delante hacia los mayores. Le daba mi vara dorada cuando era hermano mayor a los más veteranos como José Picardo, José Pérez-Luna… Veían en mí que era rompedor, pero los respetaba y no permitía que los nuevos les faltaran al respeto. Y esa unidad la conseguí.

Las manos del maestro, como le conocen sus más allegados, apoyando sus argumentos.     ESTEBAN
Las manos del maestro, como le conocen sus más allegados, apoyando sus argumentos.     ESTEBAN

16 libros publicados de temática siempre relacionada con Jerez, su sociedad, su historia y las hermandades. ¿Qué pretende con esos libros?

Dinero. He escrito por dinero.

¿Para hacerse rico?

Totalmente (risas). Todo lo conseguido ha ido a la Asociación don Rafael Bellido Caro. Esta fundación se creó gracias a mi libro sobre historias y leyendas de la Cartuja de Jerez. Se vendió tan bien que nos dejó más de 8.000 euros, dinero que sirvió para ese propósito y que se repartió a entidades de caridad y asistencia social. Todos mis libros han tenido ese fin.

"Escribo por dinero; gracias a la venta de mis libros se puso en marcha la Asociación Bellido Caro"

Publicaciones en las que no se ha quedado con nada dentro: directo, claro y sin tapujos.

Me gusta la claridad sobre todo. El libro en el que analicé la sociedad en las cofradías de Jerez se lo di a leer a Del Río, que no quiso darle su visto bueno como obispo. Se fue y publico el libro. No invito a José Mazuelo a la presentación porque sabía que tampoco me lo daría. Siempre he sido muy crítico con la Iglesia. Soy un cristiano convencido, pero muy crítico. La Iglesia engaña a los cofrades. La Iglesia, históricamente -ahora menos- se ha servido de nosotros para manifestaciones públicas de fe pero no ha sido capaz de formarnos cristianamente. Llevo 63 años pelando a los obispos y esto mismo se lo he dicho a todos. Las cofradía necesitan que esa riqueza que tenemos tuviera un apoyo espiritual. Hoy la gente se ha dado cuenta de que la Iglesia tiene que apoyarse en el pueblo; ese pueblo son las hermandades.

Sonriente ante la vida, Pepe Castaño apoyado en uno de los palcos de Cristina.   ESTEBAN
Sonriente ante la vida, Pepe Castaño apoyado en uno de los palcos de Cristina.   ESTEBAN

¿Es bueno no tener pelos en la lengua?

Nunca los he tenido y no voy a más por mis hijos, que no están de acuerdo conmigo. Adolecemos de eso en las cofradías; tenemos que estar de otra forma. Nuestro futuro, decía hace muchos años, está en la actividad social porque se avecinaban tiempos difíciles en una sociedad que no era conforme a nuestras ideas a nuestras creencias; el único freno para que no nos comieran debía ser que la hermandad estuviera con su gente -el pueblo- para ayudarla en todos los aspectos. Ahora invito a mirar lo que sucede después de aquella reflexión.  Ahora se habla mucho de hambre y no de las necesidades por eso  escuchamos a la gente necesitada, las atendemos y eso les llena.. No se puede estar pidiendo limosna en la puerta de la iglesia con un cigarro en la boca y hablando por el móvil. La caridad hay que saber darla analizando los casos con seriedad.

Desde hace 63 años es peluquero de los obispos.

Eso es una gracia de Dios.

¿Pero le permite ‘susurrar’ al oído a los obispos?

Hablo con ellos como lo hago contigo. Si me pregunta algo tengo que decir la verdad. A Rico Pavés, que ya sabía cuando vino que pelaba a los prelados, le dije que eso era una gracia y un privilegio del que he gozado. Empecé con esto con 17 años y fíjate cómo sería la situación: Cirarda Lachiondo, con todo su golpe de personalidad, me preguntaba a mi edad por cosas. Incluso me hacían caso. La clave de esa amistad con los obispos es decir la verdad porque no soy un cura y no los engaño. Siempre la verdad.

"Hablo con el obispo como lo hago contigo: si me preguta algo, mientras lo pelo, tengo que decir la verdad"

En lo esencial, ¿en qué debería cambiar el mundo cofrade?

Eso es muy difícil. La formación religiosa primero: no puedes entrar en una hermandad como en un equipo de fútbol. Cuando firmas como hermano adquieres unos compromisos, algo que es voluntario. No puede ser que se entre en la hermandad para encontrar un trabajo, a ver si me coloco en el Ayuntamiento. No por la Virgen del Traspaso o de Las Lágrimas… Han habido hermandades hipotecadas a compromisos con políticos porque ese dinero debe tener una contraprestación. Y presidentes de consejos elegidos con condiciones y también hermanos mayores. Detrás han habido intereses políticos porque a estos les interesa.

En pocas palabras, a las hermandades les hace falta formación e independencia.

Son dos conceptos fundamentalísimos para salir adelante. Si no es así, somos figurantes de un espectáculo cofradiero. Por eso soy enemigo de las salidas extraordinarias. Estamos todo el día saliendo pero ¿con qué sentido?¿Porque nos gusta ¿Porque sentimos lo que llevamos?¿Por vanidad o por devoción?

"Formación e independencia, dos conceptos para salir adelante; si no, somos figurantes en un espectáculo cofrade"

Esta próxima Noche de Jesús, ¿seguirá fiel frente al Señor?

El año próximo cumpliré las bodas de diamante saliendo en la Madrugada. 75 años ininterrumpidamente.

¿Se siente especial esa noche cuando viste la túnica y se ajusta el cordón de abacá?

Antes me ponía nervioso. Pero ahora lo llevo tan profundamente a diario, recalco, a diario, que lo que sucede es que me acerco más a Él. Recuerdo lo que decía el antiguo sacristán, Salvador, cuando no se salía por lluvia: “¡Que está aquí todo el año!”

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

Periodista.

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