Las elecciones en la Hermandad del Prendimiento vuelven a truncarse y se enmarañan más aún si cabe. Tras la nueva convocatoria prevista para el próximo miércoles, ayer, el comisario y director espiritual de la hermandad, Diego Moreno, suspendió la cita para trasladarla al día 20 de diciembre. Los argumentos que le llevan a tomar esta resolución los explica en una publicación que ayer mismo subió al perfil oficial de la cofradía en Facebook. Este anuncio coincide con el decreto episcopal, emitido también ayer, por el que se normalizan los cabildos electorales en las hermandades dejando atrás las limitaciones que tenían por la pandemia con fecha 19 de abril.
Pero no solo se recoge el retraso en la fecha de celebración; también, y este es el asunto que ha crispado los ánimos otra vez en las dos candidaturas que optan a ser elegidas, es la limitación del voto por correo solo por causa de enfermedad, anulando la opción de vivir o trabajar fuera de la ciudad. Para el primer supuesto el voto debe acompañarse con un certificado médico, mientras que para el segundo debía acompañarse el voto con un certificado de empresa o del padrón municipal de la localidad donde resida o trabaje el hermano.
En pocas palabras, lo que el comisario ha hecho es atender el decreto episcopal de vuelta a la normalidad pero aplicando los propios estatutos de la cofradía que solo permite el voto por correo por causa de enfermedad. Como cabía esperar, las candidaturas han empezado a moverse con la idea de que se imponga la normativa que estaba vigente cuando se convocó el cabildo electoral para el primero de diciembre. Según informan fuentes de la hermandad, se está planteando elevar un recurso al obispado con tal propuesta. Esto implicaría que quedaría sin efecto la convocatoria del día 20 hasta que se emita una resolución desde la Vicaría General.
Ciertamente lo del Prendimiento es el cuento de nunca acabar. Cuando todo parecía despejado para que se resolviera por fin la grave situación interna de la cofradía, el cura complica un poco más las cosas anulando el cabildo electoral y aplicando los estatutos de la hermandad. Este medida seguramente sea de ley pero la tensa vida de la hermandad no se sabe cuánto podrá aguantar sin romperse del todo.
Otro de los asuntos pendientes es el del la Hermandad del Soberano Poder que está a la espera también de que la Vicaría resuelve la validez o no del último caldo electoral, el segundo convocado en la cofradía dado que el primero no contó, el elegido, con mayoría suficiente. Fuentes del obispado informan que posiblemente los primeros días de la próxima semana podría emitirse el dictamen que anule de por buenas las votaciones de la segunda vuelta.
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