El jerezano Javier Caro Caro lleva cuatro años viajando a México por motivos laborales, ya que trabaja para una empresa de Barcelona que lleva el cronometraje de campeonatos mundiales, y en este caso se había trasladado al país centroamericano para el campeonato de Fórmula E. Había excuchado, por parte de compañeros, algunas historias de extorsión y corrupción con la policía mexicana, pero por suerte, nunca había tenido problemas en el país azteca... hasta ahora.
Javier Caro ha compartido en sus redes sociales el incómodo suceso que le ha tocado vivir, justo horas antes de su regreso a España. Según cuenta, se disponía a devolver el coche que tenía alquilado cuando a la entrada en la terminal internacional un patrullero le paró, pidiéndole "amablemenente" la licencia y que se bajara del coche. "Sabía que no podía soltar el pasaporte. El carnet de conducir me daba igual. Pensaba denunciar en España el robo del carnet. Otros compañeros ya habían sufrido extorsión años anteriores igualmente por parte de la Policía", explica Javier para lavozdelsur.es
"Fuera del coche me encontré con tres policías (dos hombres y una mujer) argumentándome que no había señalizado con "antelación suficiente" el giro a la derecha para salirme de la vía, algo dificil de rebatir, y que por ese hecho se disponían a retenerme el carnet de conducir hasta que abonara la multa correspondiente en la comisaría de una ciudad que no acerté a escuchar bien. Me informó de que la oficina cerraba a las 18:00 h y volvía a abrir al dia siguiente". Javier tenía su vuelo de regreso a las dos horas escasas, así que no tenía tiempo de realizar esta gestión que le requerían.
"Con calma y serenidad les dije que agradecía su trabajo y dedicación, que se quedaran con el carnet de conducir (mi deseo era volar) y que a mi llegada a España tramitaría el pago de la multa (en verdad pensaba denunciar la corrupción y robo del carnet). A cambio les pedí un documento que acreditara dónde y cómo debía abonar la multa para así hacer todas las gestiones desde casa para recuperar mi licencia. Me dijeron que no había recibo ni justificante que darme, a lo que respondí con extrema amabilidad, como la que ellos me manifestaban, que a mi llegada a España tramitaría con la Embajada el pago y devolución de la documentación", relata Javier.
Además, según relata, no paró de hablar ni un segundo y de adularles por su buen papel desempeñado. "Así pues, tras repetir sin parar las palabras "Embajada española" y mostrar que me daba igual que se quedaran con un plástico, me preguntaron: "Señor Javier, ¿qué cree usted que podemos hacer?" Sin pestañear lo miré y le respondí: "Eduardo, no hay nada que hacer diferente. Según usted he cometido una infracción, yo, a mi llegada a España pondré en manos de la Embajada el caso y se abonará la multa correspondiente para la devolución de la licencia de conducir".
Tras varios minutos, el policía le devolvió el carnet de conducir y le invitó a seguir su camino con cuidado. "Tras recibir mi carnet de vuelta, choqué puños con los tres para despedirnos y desearnos buen día", concluye.
Así pues y en resumen, las claves para zafarse de la extorsión a la que los extranjeros se ven sometidos en México por parte de la Policía son, según Javier: no dar nunca el pasaporte (no se puede salir sin pasaporte, cualquier otro documento que entregado, se denuncia en España); ser extremadamente amable y darles la razón de un hecho, que a sabiendas que no es verdad, le quitas el argumento para dejar cerrada la opción a pagar bajo cuerda y pronunciar la expresión "poner en manos de la Embajada o Consulado".
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