La Guardia Civil está investigando a 91 motoristas por haber eludido multas de tráfico utilizando a una segunda persona para que cargara con la pérdida de puntos respectiva. Concretamente, los agentes están tras la pista de un ciudadano armenio residente en Valencia que prestaba ilegalmente sus servicios para recibir las multas en lugar de los verdaderos infractores.
El sujeto, de 28 años, tenía su permiso retirado, no estaba habilitado para manejar motos y había acumulado una larguísima lista de faltas de tráfico que le había costado en total la friolera de 321 puntos. Lo sorprendente es que, hasta ahora, nadie haya sospechado ni detectado ninguna situación fraudulenta al respecto.
Para llevar a cabo la estafa, el hombre percibía entre 75 y 200 euros por cada punto que perdía, además del monto de la multa. A partir de ahí, se presentaba como culpable del delito para que recayera sobre él la pena. De nuevo resulta muy llamativo que nadie se diera cuenta de que no había sido él el infractor, ya que en varias grabaciones se veía claramente que la culpable era una mujer.
Hace aproximadamente que comenzó este negocio fraudulento en Mallorca. No guardaba el más mínimo recelo para promocionarse, ya que vendía sus puntos a través de páginas de anuncios online. La DGT y la Guardia Civil comenzaron a tirar del hilo a través de varias investigaciones por falsedad documental, siendo entonces cuando encontraron el increíble historial y la pérdida de puntos que acumulaba, equivalente a la que podrían tener más de 20 conductores juntos.
Según informan los cuerpos de seguridad, motoristas de Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón, Islas Baleares, Canarias, Castilla y León, Murcia, Galicia, Cantabria, Navarra, País Vasco, Extremadura, Cataluña, La Rioja y Andalucía habían solicitado sus servicios. Algunos de ellos ya han recibido las pertinentes comunicaciones de investigación, mientras que no se cierra la posibilidad de que se pueda extender el operativo y encontrar a más usuarios.
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