En Andalucía sigue sin llover y, además, los termómetros se mantienen por encima de los 30 grados. La combinación es terrorífica para la situación de sequía que vive la comunidad después de que esta semana se haya conocido que la media de los embalses andaluces ya se encuentra por debajo del 20% de su capacidad.
Esta situación ya está teniendo consecuencias en muchos municipios andaluces. Las primeras medidas ya se observaron durante el verano, donde localidades costeras limitaron el uso de las duchas para desperdiciar agua. Ahora el foco está directamente en el consumo humano.
Grandes ciudades como Málaga o Sevilla han tomado la drástica decisión de subir las tarifas un 30% para concienciar a los vecinos y que no haya desperdicio de agua. El objetivo de la medida es que se utilice de manera racional debido a la escasez que existe actualmente en los embalses que abastecen ambas zonas.
Esta iniciativa ha sido respaldada por el Gobierno andaluz, aunque desde la Junta de Andalucía insisten en que la administración regional no tiene competencias para restringir el consumo dentro de los núcleos urbanos y que estas decisiones dependen de los respectivos ayuntamientos. En cualquier caso, el Ejecutivo andaluz deja claro que "si no llueve en abundancia en los próximos meses, la situación va a ser muy complicada".
Además, la Junta de Andalucía también está estudiando la posibilidad de recuperar el canon del agua en los presupuestos de 2024 debido a la situación. Su suspensión, según el Gobierno andaluz, se produjo para aliviar la presión fiscal.
Comentarios