Agentes de la Policía Nacional y funcionarios de la Inspección de Trabajo han irrumpido en la tarde de este domingo, apenas unas horas después de que lavozdelsur.es publicara la denuncia sindical, en el call center que la multinacional Majorel tiene en el Parque Empresarial de Jerez para exigir medidas de seguridad y prevención de contagio de la epidemia de Covid-19 entre los más de un millar de teleoperadores que prestan servicio en este centro de trabajo. Según denunció por la noche la delegada de la central sindical USO en la empresa, Pilar Bravo,"nos informan los compañeros y compañeras de ETT en la empresa que a última hora de la tarde, un domingo, le han enviado un correo electrónico diciendo que mañana (por hoy lunes) no vayan a su puesto de trabajo".
Asimismo, ha añadido, "la empresa sabe que mañana volverá tanto la Policía como la Inspección de trabajo a ver las condiciones en las que se encuentra el personal trabajando, y para comprobar las medidas preventivas con respecto al coronavirus, por lo que la solución de la empresa ha sido prescindir de estos compañeros de ETT, en vez de cumplir con lo que legalmente está establecido en situación de alarma por esta crisis sanitaria, lo que evidencia la nefasta gestión de la dirección de la empresa ante una crisis de estas características".
Con la reducción de personal anunciada, aseguran la representante sindical, "garantizan una distancia mínima de seguridad entre los puestos, pero hay otras muchas medidas que no cumplen, que no han comunicado, y vamos a exigir que lo hagan". "Queremos hacerle llegar a la empresa que este lunes a primera hora de la mañana volveremos a hablar de urgencia con la Inspección de Trabajo para denunciar su miserable manera de actuar despidiendo a los más desfavorecidos y precarios de la empresa para así intentar guardar la distancia entre trabajadores". "Déjense de despedir a trabajadores y trabajadoras, y sean responsables con la salud de sus empleados, que sólo piensan en sus dividendos", ha zanjado esta delegada sindical.
En este fin de semana, justo cuando el Gobierno ha aprobado el real decreto de medidas extraordinarias para frenar el avance del virus, “unos 300 trabajadores y trabajadoras hemos estado vendidos, sin instrucciones de la empresa, sin geles para desinfección, solo tratando de separarnos al máximo para evitar contacto”. “La gente está absolutamente nerviosa y con ansiedad", relataban trabajadores a este medio, sin que la empresa hasta el momento haya valorado esta situación públicamente.
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