Olivia, de 6 años, pendiente de autopsia, pudo morir por asfixia tras ingerir barbitúricos que su propia madre, Noemí M. L., de 48 años, le echó en su colacao. Al llegar la Policía al piso en el que ambas vivían de alquiler en Gijón, en la madrugada del pasado domingo, la niña yacía muerta en la cama junto a su madre.
La Policía detuvo a la madre, que también dijo haber ingerido gran cantidad de fármacos, y fue trasladada al hospital. "La niña podría llevar varias horas muerta", recogía Europa Press de fuentes del Servicio de Asistencia Médica Urgente del Principado de Asturias (SAMU). Los familiares habían avisado a las 11 de la noche de que no podían contactar con ellas.https://www.lavozdelsur.es/actualidad/sociedad/nina-seis-anos-fallece-en-gijon-consumir-barbituricos_285143_102.html
Eugenio García, padre de la niña, se la había entregado a su madre dos días antes. Tras una batalla de cinco años acababa de hacerse con la custodia de la menor, que debía volver este pasado lunes con él. No ha sido así. El padre ahora está roto por el dolor de la pérdida de Olivia: "Es un dolor inmenso; esto no va de hombres ni de mujeres, esto va de que no se le puede hacer esto a un niño, por Dios".
El padre no tenía denuncia alguna por maltrato. La madre, según recogen diversos medios, llegó a decir que "no iba a entregar a su hija a un maltratador"; y acabó matándola ella.
El presidente del Gobierno asturiano, el socialista Adrián Barbón, ha expresado este martes su condena "incondicional y rotunda" ante el suceso que tiene conmocionado a Gijón. "La niña Olivia está hoy en el corazón de todos y conmociona a la sociedad asturiana y a toda España. Es horrible. Sencillamente terrible. Un dolor que llena el alma", ha escrito Barbón en su cuenta de Twitter, donde ha añadido que desea que la justicia actúe "con toda la fuerza de la ley".
La alcaldesa de Gijón, Ana González, ha mostrado hoy el dolor "inmenso" y la repulsa "total y absoluta" de los gijoneses ante la muerte el pasado domingo de una niña de seis años, Olivia, presuntamente a manos de su madre en el domicilio que compartían en el barrio de El Llano.
En un comunicado, González señala que la ciudadanía experimenta esa repulsa ante cualquier acto de violencia, "pero mucho más cuando se trata de un infanticidio, cuando se ataca al más débil contra nuestra obligación como mayores, que es proteger siempre a los niños y a las niñas".
En Segovia, de donde es natural la madre y había nacido también la niña, se han convocado concentraciones de repulsa. En esa ciudad se celebra esta tarde el funeral para dar el último adiós a la pequeña asesinada.


