Las nuevas vidas tras el 'pinchazo' en La Granja

Los protocolos continúan, pero el sol vuelve a salir para el colectivo más afectado por la pandemia. Una de cada cinco muertes en Andalucía ha sido en geriátricos. Ahora, en dos semanas solo ha habido un positivo

Francisco Salguero, uno de los vacunados en La Granja.
Francisco Salguero, uno de los vacunados en La Granja.

Desde que empezó la crisis sanitaria, oficialmente han dado positivo en Andalucía 527.516 personas. De ellos, oficialmente, han fallecido 9.427 personas por covid. Pero la proporción mayor, el drama, ha estado principalmente en residencias de mayores, donde viven personas con una salud más precaria y en los rangos de edad de mayor letalidad: de 10.235 casos confirmados, han muerto 2.050. Es decir, uno de cada cinco contagiados ha fallecido. Y una de cada cinco muertes en Andalucía ha sido en residencias, todo según datos de la Junta. Vidas sesgadas entre la primera y la tercera ola por el maldito bicho.

Esta última, además, cuando llegaba la vacuna. El proceso ha ido en paralelo. Pero más de tres meses después, ha salido el sol. En los pasados  14 días, en los geriátricos ha habido un solo positivo en toda la comunidad. Ha sido en el distrito sanitario del distrito Jerez-Costa Noroeste. No en la residencia de La Granja, la principal institución pública de la ciudad de Jerez. Esos positivos que pueden darse son fortuitos, o bien entre personas que van entrando, o bien que desearon no vacunarse. A día de hoy, prácticamente todos los mayores de 80 años de Andalucía están inmunizados.

La luz sale. Y salen los mayores. Pueden hacerlo un par de veces cada día. Especialmente, los que no tienen una tutela en manos de familiares o de administración pública. También los que son dependientes porque parte de su vida es dar esos paseos acompañados por trabajadoras de los geriátricos. Con algunas salvedades, es una vida ya normalizada tras la llegada de la vacuna. Solamente, que las visitas cuando entran a recoger a un familiar para ese paseo o ese café de media mañana solo pueden entrar de uno en uno. Además, al realizarse una nueva entrada, tiene lugar un proceso de cuarentena en habitación aunque se dé negativo. Por último, la plantilla sigue aún protocolos controlados cíclicamente, incluyendo refuerzos de personal, para que todo siga funcionando y evitar contagios. Esos positivos se seguirán produciendo, pero la respuesta inmune ya está reforzada.

Residencia La Granja ESTEBAN 005
La alegre Maruja, este viernes en una cafetería.

Una de esas personas es la amable Maruja. Lo primero que dice a los dos periodistas es que tienen "muy buen cuerpo". Las dos sobrinas que la acompañan en la terraza de un bar cercano a la residencia de La Granja comentan que es "muy chuflona" y que, con los años, ha perdido hasta cierta timidez que tuvo años atrás. Con 94 años, va en silla de ruedas. Recuerda algunas cosas, aunque más de las antiguas que de las actuales. María Carrasco, una de las sobrinas, señala que "el confinamiento lo ha pasado fatal. No podía vernos. La han tratado muy bien, pero nos echaba de menos". 

Maruja nunca llegó a pasar el covid. Isabel Carrasco cuenta que "del último confinamiento a ahora sí la vemos más templadita, más calmada". Es la ayuda de volver al día a día, a las visitas. Tras recibir las dos dosis de Moderna, se encuentra bien y no tuvo ningún problema, sin efectos secundarios. "Aunque pienso que ya, tanto protocolo, se podría relajar estando vacunados, aunque vamos, la tratan muy bien. Nos podemos ya reunir aquí en la cafetería y lo pasamos muy bien, se ríe mucho". Y, de hecho, no hay día que falte Maruja en la calle, porque si algún día no van las sobrinas, "la sacan a pasear".

Maruja, con sus sobrinas.
Maruja, con sus sobrinas.   ESTEBAN

Además, en estos meses pasados, cuando había confinamientos, la Junta puso los medios para que tuvieran forma de comunicarse con las familias, a través de videollamadas cada cierto tiempo. Eran señales que las familias podían mantener de que las cosas marchaban a pesar de todo, a pesar incluso de la existencia de brotes en la institución. Maruja mira al cartel de un banco. Un hombre de pelo cano mira. "Es mi abuelo, y se ríe por mí. Muy guapo", dice con una enorme sonrisa.

Por su propio pie sale Francisco Salguero. "Vivo aquí aunque soy de Las Cabezas de San Juan". Se puso la vacuna. "Ya estoy inmunizado", dice cuando aún lleva mascarilla. "Yo he tenido dolores por el campo", señala a sus 77 años, "pero de la vacuna no he tenido nada, ni calentura, nada". Pasea, sale a comprar algo de comida si se le apetece algo concreto de una tienda. 

Residencia La Granja ESTEBAN 001
La residencia de La Granja, este viernes.   ESTEBAN

"He vivido dos brotes", rememora. "Ahora salimos todo el día si queremos". El problema es que "de Sevilla no puede venir nadie. Hace cinco años me casé con un muchacho. El viernes quiso venir pero es que no se puede todavía". Se encerró el confinamiento "y no podíamos salir, pero lo pasé bien. Con mi televisor arriba. Ni una pelea con nadie, vivo muy tranquilo, y ahora entro y salgo hasta las diez. A veces ni salgo. Ya como se puede salir he pasado mucho tiempo en la calle últimamente".

Sobre el autor:

13041406_10209539677272942_2430658523840188634_o

Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído