Una intensa ola de calor mantiene en vilo a varios países del sur y este de Europa, donde los termómetros han superado ya los 40 grados y podrían alcanzar cifras históricas en los próximos días. Italia es uno de los países más afectados por este fenómeno, impulsado por un anticiclón procedente del norte de África, que dejará al menos cinco jornadas consecutivas de calor extremo en el sur del país.
Según las previsiones meteorológicas, las temperaturas a la sombra podrían llegar a los 44 grados, mientras que en algunas zonas del interior de Sicilia y Cerdeña se espera que rocen los 50 grados, situándose cerca del máximo europeo registrado. “La intensidad del calor, combinada con el viento seco, podría batir el récord histórico de temperatura en Europa”, advierten los expertos.
Riesgo de incendios y efectos en la salud
El récord actual se sitúa en 48,8 grados, alcanzado el 11 de agosto de 2021 en Floridia, en la provincia siciliana de Siracusa. Las autoridades italianas han reforzado los dispositivos de emergencia ante el riesgo de incendios forestales y los posibles efectos en la salud pública, especialmente entre la población más vulnerable.
El contraste meteorológico es llamativo: mientras el sur se enfrenta a este episodio extremo, en el norte de Italia se esperan lluvias e incluso tormentas con granizo, bajo la influencia de un ciclón atlántico que también hará descender las temperaturas en países como España durante los próximos días.
Grecia, Chipre y Turquía, también con temperaturas extremas
Grecia, Chipre y Turquía también están registrando valores extremos. En territorio griego, los 41 grados ya se han alcanzado este pasado lunes en varios puntos del país, y se prevé que la ola de calor se intensifique a partir de hoy, con máximas previstas de 43 grados en regiones del sur y centro. El fenómeno no dará tregua hasta, al menos, el sábado.
Ante esta situación, los bomberos griegos se mantienen en alerta máxima y el gobierno ha llamado a la prudencia ciudadana, instando a evitar exposiciones prolongadas al sol y a extremar las precauciones en zonas con vegetación seca. La ola de calor, además de sus efectos inmediatos, vuelve a poner en evidencia la creciente frecuencia e intensidad de estos episodios en el contexto del cambio climático.