Esther Nadal y Tonet Ramírez, dos jóvenes de Lleida, marcaron un hito en 2023 al convertirse en el primer matrimonio con síndrome de Down de España. Su historia, que comenzó cuando ambos tenían veinte años, ha crecido con el paso del tiempo hasta consolidarse como un ejemplo de convivencia, autonomía y afecto en un proceso seguido muy de cerca por sus familias y por su entorno social.
Un amor que nació con discreción
La pareja explicó en su visita al programa Y ahora Sonsoles que, en sus inicios, decidieron mantener su noviazgo en secreto debido a la inquietud de sus padres. Él relató que “se preocupan mucho, por si nos pasaba algo”, una frase que resume las dudas y miedos de ambas familias ante un paso que consideraban importante y lleno de responsabilidad. Ese periodo de discreción fue el punto de partida de una relación que con el tiempo se hizo más sólida y abierta.
Antes de contraer matrimonio, Esther y Tonet tuvieron que demostrar su capacidad para vivir de forma plenamente independiente, un requisito que superaron tras tres años de formación en un programa de autonomía dirigido a jóvenes con síndrome de Down.
La propia Esther contó que fue ella quien tomó la iniciativa en el comienzo de la relación: “Le dije que quería ser su novia y nos besamos”. Tonet recordó con precisión su respuesta inicial: “Yo le dije que: 'no puede ser, pero sí quiero'”, una mezcla de sorpresa y deseo que reflejaba la emoción del momento
Con el paso del tiempo, fue Tonet quien quiso formalizar lo que ya consideraban una relación consolidada. Según relató, decidió expresarle su compromiso con una frase que para él tenía un significado especial: “Quería ser su marido hasta el infinito y más allá”. Ese deseo se convirtió finalmente en un proyecto compartido que culminó en su boda, celebrada ante sus familias y amigos.