Una noche, estando en la cama con su hijo de siete años —seis años entonces—, Mercedes notó que actuaba de forma extraña. Cuando le hizo cosquillas en el culo, jugando, para que se durmiera, hizo gestos como de hacer el amor. “¿Qué haces?”, le preguntó ella. Y el niño, que está tutelado en un centro de menores, dijo algo que la dejó sin palabras: “Manuel me folla por el culo”.
Manuel —nombre ficticio— es un menor, de unos 15 años, con el que convive en el centro de menores en el que el hijo de Mercedes se encuentra ingresado, tutelado por la Junta de Andalucía, tras declararlo en desamparo en 2019. El menor pasaba las noches de los fines de semana con su madre, pero desde este episodio, tras el que se negó a devolverlo en un primer momento, le quitaron las pernoctas, y lo cambiaron de centro.
“Eso le lleva tiempo pasando, me lo ha dicho mi hijo, y él no miente”, cuenta Mercedes Bayo cuando habla con lavozdelsur.es. El pequeño, que padece retraso madurativo, le contó a su madre que “le dolía el culo”, tras lo que acudió de urgencias a un hospital de Huelva, donde residen ambos.
“El niño está en un centro de acogida, con la madre está los fines de semana y le ha dicho que otro compañero del centro abusa de él sexualmente. El niño refiere con palabras textuales que el compañero llamado Manuel le folla por el culo, desde hace un año. Su madre refiere que le toca los genitales. La madre dice que le realiza violación oral”, recoge el informe médico, realizado en urgencias, al que ha tenido acceso este periódico.
Los profesionales sanitarios de medicina forense que atendieron al hijo de Mercedes no encontraron “lesiones en zona rectal ni inflamación actual”, ni tampoco “alteraciones a nivel genital”, pero la madre está convencida de que su hijo ha sido víctima de abuso sexual y culpa al centro de menores de permitirlo y de no hacer nada al respecto.
Ante esto, Mercedes Bayo ha interpuesto denuncia penal en un Juzgado de Huelva, provincia donde reside. “De mi niño están abusando sexualmente. También quiero denunciar que le pegan y que las educadoras y le dan pastillas. Quiero saber cuales son”, recoge en un breve escrito.
“Lo han violado, estoy segura, y encima me quitan las pernoctas para protegerlo. ¿Para protegerlo de quién? ¿De su madre? Que lo protejan del violador”, apunta Mercedes, que está desesperada, y hasta ha convocado una concentración para el próximo 6 de septiembre. “Ese día quiero que todo el mundo me acompañe a la Fiscalía de Menores de Huelva para que mi hijo vuelva a casa”, expresa.
Mercedes, que se negó a devolver a su hijo al centro de menores tras relatarle que había sido violado, decidió llevarlo tras ser denunciada, y después de la advertencia de su abogada, que le aconsejó que lo hiciera porque la Administración decidirá en breve si aprueba la reunificación familiar —si vuelve a casa con ella—, por lo que no hacerlo jugaría en su contra.
Esta madre también está pendiente de la resolución de su recurso de oposición al desamparo declarado por la Junta en 2019, por el que quiere recuperar la tutela y patria potestad de su hijo. “En mi expediente de desamparo dicen que tutelan a mi hijo porque soy mujer maltratada, por absentismo escolar y porque tiene retraso madurativo y yo no sabía educarlo”, cuenta Mercedes, que dejó de llevar al pequeño al colegio porque le pegaban.
La resolución de desamparo recoge que la madre sufre trastorno de personalidad, conducta psicótica con signos esquizofreniformes y retraso mental leve, por lo que tiene reconocido un grado de discapacidad. Mercedes reconoce que sufre “una enfermedad mental”, que mantiene a raya gracias a la medicación. Todo ello, unido a que sobre el padre del menor pesan varias denuncias por violencia de género y por tráfico de estupefacientes, provocó que fuera declarado en desamparo.
“Me lo han quitado injustamente por ser mujer maltratada, pero no me van a hacer callar la boca”, apunta la madre a este periódico. “Necesito vuestra ayuda para recuperar a mi hijo retirado indebidamente, se me retira por ser mujer maltratada, mi hijo sufría bullying en el colegio y sufre un retraso madurativo y según ellos no sabía atender las necesidades de mi hijo”, proclama Mercedes en una recogida de firmas iniciada en una plataforma online.
“Mi abogada dice que no hay probatorios para causar la retirada del menor, y ahora se agrava habiendo sufrido abusos en el centro tutelado por un menor de 15 años, el cual estaba a cargo de mi hijo mandado por la directora de dicho centro compartiendo habitación, siendo conscientes la directora y la educadora de dicho acto”, agrega Bayo. Mercedes y su hijo no se ven desde hace semanas, porque el menor ha sido derivado a la Unidad de Tratamiento a Víctimas de Abuso Sexual (ADIMA). Este medio ha intentado recabar la versión del centro de menores, sin que haya sido posible.
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