La presunta asesina de Lola Daviet, una niña de 12 años cuyo macabro crimen ha conmocionado a la sociedad francesa, ha confesado que se duchó con el cadáver antes de cometer agresiones sexuales y otros actos de violencia, para luego "esconder el cuerpo en una caja". Hay que recordar que los restos de la menor fueron hallados en una maleta.
Antes de seccionar el cuerpo de la pequeña, la presunta culpable de su muerte se habría tomado un café y escuchado música mientras elegía las posibles tijeras o cuchillos. Tras el crimen, ha confesado que se bebió la sangre de la víctima desde una botella. Este dato ha llevado a Georges Feneche, magistrado honorario y portador de la ley sobre irresponsabilidad criminal del país galo, a apuntar la posibilidad de que el crimen de Lola se tratase de un rito satánico.
"Los niños zouhris, en Marruecos y Argelia, son niños con un morfotipo y unas características muy específicas. En efecto, suelen ser niños pelirrojos, de ojos azules o rubios de ojos claros –como la menor asesinada– y deben presentar una línea continua que cruza la palma de la mano", ha declarado el magistrado en una entrevista televisiva.
El magistrado indicaba que se considera que estos niños tienen poderes. "Actualmente, hay muchos casos que se están juzgando en Argelia. Son secuestrados, sacrificados. Beben su sangre. Hay ritos satánicos. En esta pequeña, estaba el número 1 en la planta de su pie izquierdo y el número 0. La presunta asesina dijo que había bebido su sangre. Este es exactamente el rito satánico de los zouhris que encontramos en el norte de África. Necesito saber qué inspiró a esta mujer", destacó.
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