La Guardia Civil ha detenido a una banda de furtivos que se dedicaba a la captura nocturna de perdices utilizando para ello focos y redes. La finalidad de esta banda, que llevaba tiempo operando en la provincia de Cádiz, era la venta de las perdices para la repoblación de otros cotos y para la caza de la perdiz con reclamo.
Según ha informado en una nota la Fundación Artemisan, que ha coordinado la presentación de diversas denuncias contra esta banda, en colaboración con la guardería de Agasa y la patrulla Roca de la Guardia Civil, las detenciones se produjeron la semana pasada en los domicilios de los presuntos responsables, en Posadas (Córdoba).
A juicio de la asociación, la actuación de estos furtivos ocasiona "un grave perjuicio a los propietarios de fincas o titulares de cotos de caza, ya que no solo ven reducido el número de perdices que tienen en los cotos, sino que además la captura se produce en pleno periodos de cría, por lo que en muchas ocasiones la captura de una hembra adulta implica la pérdida de todo el nido".
Además, ha indicado que la utilización de focos y redes para la caza "constituye un procedimiento masivo y no selectivo, siendo todos ellos procedimientos prohibidos por la legislación vigente". A todo esto suma que los hechos se produjeron en pleno periodo de confinamiento y que los furtivos incumplieron también la normativa sanitaria, ya que circulaban cuatro en un mismo vehículo.
La Fundación Artemisan y su entidad asociada, la Federación Andaluza de Caza, han mostrado su satisfacción por el hecho de que los denunciados hayan sido puestos a disposición judicial y han reiterado su propósito de luchar contra el furtivismo en todas sus facetas.
Comentarios