Al más puro estilo de Martin Luther King, Juanma Romero (Huelva, 1982) tuvo un sueño: iba a ser periodista deportivo. La vocación la tenía desde pequeño, cuando se grababa retransmitiendo partidos con la grabadora de su abuelo. Trataba de imitar a sus ídolos: Manolo Oliveros, Manolo Lama, De la Morena... Le apasionaba la radio. Hace cinco años aparcó sus estudios de relaciones laborales y marketing y apostó por un postgrado de Periodismo Deportivo, en Sevilla, donde aglutinó conocimientos: "Ahí me dí cuenta que me iba a dedicar a esto", señala. Pero colaborar en varios medios (La Ser, Huelva 24) y adquirir experiencia como jefe de prensa en la Federación Andaluza de Pesca Deportiva no le sirvió para encontrar su sitio en España, así que tuvo que emigrar a Alemania en el año 2013.
Algún tiempo antes se había abierto una cuenta en Twitter donde hablaba de deportes, concretamente de fútbol. En la red azul comentaba los partidos del Barça, el equipo del que se declara aficionado. "Cuando era pequeño era del Real Madrid. Tenía pegatinas de la Quinta del Buitre en mi cuarto; Michel, Santillana, Butragueño... en mi colegio todo el mundo era madridista. Pero luego cambié de equipo. Es que no fui consciente de lo que era el fútbol hasta que vi jugar al Barça de Johan Cruyff", recuerda con tono nostálgico, "me convertí en culé tras el 5-0 famoso de la cola de vaca de Romario a Alkorta. Llegué a la escuela diciendo que ahora era del Barça, que ya no me gustaba el Madrid. Me llamaron 'chaquetero', imagina la crueldad de los niños a los diez años. El caso es que me hice del Barça porque era el equipo que jugaba al fútbol de verdad. Al año siguiente, el Madrid le devolvió el 5-0 al Barça y me di cuenta que era todavía más culé que el año anterior; pensé que había que estar para las buenas y para las malas".
Una captura de pantalla de la cuenta de Twitter de @Guardiolato
Juanma se percató de que sus tweets tenían cada vez más éxito y cambió el nombre de usuario a @Guardiolato. ¿Por qué? "Uf, es una larga historia. Surge de la temporada 2010-2011. Fue una temporada muy tensa, con Mourinho entrenando al Real Madrid y Pep al Barça. Guardiola estaba creando un equipo invencible y la prensa de Madrid comenzó una campaña de acoso y derribo contra él. Había que tumbarlo 'por lo civil o lo criminal', como decía Eduardo Inda que había que detener a Messi. Alfredo Relaño publicó una portada que decía 'Guardiolato', dejando entrever que había tongo en sus victorias. El año estaba siendo tremendo y me harté de la prensa. Entonces dije públicamente que si el Barça ganaba la Champions en Wembley me iba a llamar Guardiolato. Y la ganó. Le dio un repaso monumental al Manchester United. Terminó la final, me fui al ordenador y me bauticé así", relata Romero, añadiendo: "me puse en la biografía: 'Tras el pasillo llegó Guardiola y todo cambió. Olvidamos el victimismo y consolidamos una identidad'. Esa frase duró varios años".
La oportunidad alemana
Juanma Romero y Pep Guardiola, durante su estancia en Munich.
Ahora ejerce como periodista en Colonia, Alemania, donde al fin encontró un sitio como periodista. "Al principio viví en otra ciudad, Augsburgo, a donde vine por amor, siempre lo cuento. Pero la relación que tuve con una chica alemana se terminó pronto. Ahora pienso que aquello fue una excusa para perseguir mi sueño del periodismo".
Un sueño que se hizo realidad. Juanma trabaja para la Bundesliga escribiendo artículos sobre la liga y entrevistando jugadores. Es un habitual de la zona mixta de los grandes estadios alemanes: el Signal Iduna Park, el BayArena o el Allianz Arena, estadio del Bayern de Munich, el gigante todopoderoso de Alemania al que entrenó Pep Guardiola durante tres temporadas consiguiendo otras tantas bundesligas. Pero, ¿conoce Juanma Romero a su admirado técnico? "Claro que sí, lo conocí a través del periodista Martí Perarnau. Pude entrar en el staff de los técnicos y jugadores. Guardiola me conocía, me seguía en Twitter. Él tiene un usuario anónimo para estar pendiente de toda la actualidad. Sé que me lee y sé que me sigue. Me hizo muy feliz que supiera de mi existencia", nos explica: "pero cuando empecé a colaborar con el diario Sport me cortaron el grifo. Nunca más volví a hablar con él, aunque nuestra primera conversación fue muy divertida. En general es un tipo discreto e inteligente".
La admiración que siente el periodista onubense por el Barça y por Pep Guardiola le ha valido muchas críticas. "¿Un periodista de bufanda? No puedo ocultar que soy del Barca. Creo que hacerlo es un error", afirma, "decía por ahí Miguel Ángel Román que no cuenta abiertamente de qué equipo es porque los que lo leen o escuchan van a analizarlo con prejuicios. A mí, en cambio, me da igual; intento ser honesto. Trabajo en la Bundesliga y soy riguroso. Luego en mi cuenta de Twitter pongo lo que me da la gana. Si hablo en primera persona del plural con el Barça no me aleja de ser buen periodista. El problema lo tiene la gente, no yo".
Un apasionado del periodismo y la comunicación
Como todo periodista, Romero tiene sus referentes: "Lluis Flaquer es una bestia delante del micrófono y tiene una capacidad tremenda para narrar. Te cuenta el partido perfectamente. Sin verlo sabes cómo se ha producido el gol, lo dibujas en tu mente. También están esas dos glorias de la prensa escrita como Santiago Segurola y Ramón Besa. De la nueva hornada me gusta Francisco Cabezas, de El Mundo, que escribes una crónicas geniales". Pero al preguntarle su periodista preferido lo tiene claro: "Iñaki Gabilondo es el mejor".
Juanma Romero, durante una entrevista al ex-jugador del Dormunt Marc Bartra.
¿Qué equipo crees que va a ganar la Champions? Le pregunta lavozdelsur repentinamente: "Uf. Va por rachas. A veces pienso que puede ser el año del Barça y otras que no, que puede pasar lo de Roma. Eliminar al Manchester United no es tarea fácil, pero también es cierto que no era el más duro. En realidad veo que de la semifinal Manchester City-Juventus saldrá el campeón, el primero por fútbol y el segundo por bloque.", vaticina.
Cuando aborda el tema futbolístico en sí, es decir, el juego, Juanma Romero se transforma en un periodista analítico, apasionado y riguroso cuyo verbo fluye como el agua de un río. Le preguntamos si volverá a Huelva, su tierra natal. Resurge la nostalgia: "No lo sé. A veces lo pienso y le doy vueltas al asunto. Pero cada vez que bajo me siento menos de Huelva" confiesa, y prosigue "aún sigue siendo el sitio en el que me siento feliz. Y allí se encuentra mi familia, mis padres. Pero llegará un tiempo en el que no estén y no sé que me quedará en Huelva. Ocurre que tampoco me siento alemán, es la maldición del emigrante.", concluye.
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