Fayed Badawi nació en un campo de refugiados en el Líbano. Su familia, de origen campesino, fue deportada de Palestina en los años 40 del siglo pasado. En el campo, que era "horrible", malvivían en casas de hojalata, en las que se colaba el agua cuando llovía. Donde no tenían agua potable. Ni acceso a educación. Ni muchas otras cosas.
"Una parte de la familia se fue al Líbano, otros a Jordania, a Siria o a Turquía. A algunos no los llegué a conocer", rememora Badawi, un activista palestino que echa de menos una tierra en la que no le dieron la oportunidad de nacer, crecer, ni desarrollarse como persona. Desde la distancia, dentro de su rol como ex portavoz del Frente Popular para la Liberación de Palestina en Europa, imparte charlas, conferencias y acude a todo tipo de actos para dar a conocer la situación en la Franja.
Badawi, que reside en Valencia, atiende a lavozdelsur.es durante su visita a Jerez, donde imparte una conferencia —titulada Contra la ocupación y el genocidio del pueblo palestino—, organizada por la plataforma Cádiz Bases fuera, OTAN no, con la colaboración de la plataforma Paremos las guerras y de CGT, en el edificio de los sindicatos de la plaza del Arenal.
El activista, una voz autorizada sobre la situación de Palestina, considera que la Franja "es el mayor campo de concentración de la historia", ya que en apenas 367 kilómetros cuadrados malviven más de dos millones de personas. Cada vez menos, porque el número de víctimas tras los ataques de Israel no para de aumentar.
En la Franja de Gaza, donde se inició un conflicto armado entre el grupo islamista Hamás e Israel el pasado 7 de octubre, se contabilizan más de 18.000 palestinos muertos y 49.600 heridos, según datos ofrecidos el 11 de noviembre por el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás. El 70% de los muertos son mujeres y niños.
"No vamos a doblegarnos y ponernos de rodillas. Si un pueblo es digno, tiene que luchar por su libertad y la recuperación de su derecho histórico a existir", considera Badawi, para quien lo que está teniendo lugar en la Franja "no es una guerra, es un exterminio, una barbarie". Y recuerda las palabras de Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, al inicio del conflicto: "Ordené un asedio total sobre la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni gas, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia".
"¿Dónde está el Derecho Internacional?", se pregunta Fayed Badawi, quien añade que "a día de hoy no existe, porque se aplica a unos sí y a otros no". Y agrega que "el llamado Estado de Israel nunca ha aceptado ninguna declaración y no los respeta". En Gaza, "se ha destruido el sistema sanitario", ya que solo quedan activos cuatro hospitales. Y, además, han fallecido 300 profesionales sanitarios, hay más de 300 heridos y presenta una ocupación de camas del 274% —del 227% en UCI—.
"Nos quieren matar también de hambre" —muchos habitantes se están viendo obligados a beber agua salada—, lamenta Badawi, que cuenta que se está usando armamento prohibido contra población civil —como fósforo blanco—... "¿Dónde está la humanidad?", se pregunta. "Hasta las fuerzas de la OTAN están implicadas en la masacre que están haciendo contra el pueblo palestino".
El activista, que se informa a través de diversos medios de comunicación, del Líbano, Siria, Irak o incluso Israel, también pone el acento en la muerte de numerosos periodistas —casi 70 en lo que va de conflicto, aunque las cifras son difusas—, con lo que se busca ejecutar un apagón informativo para que no se sepa qué ocurre en la Franja.
En cuanto a la lucha del pueblo palestino, dice que nunca han querido "dos Estados, solo uno, desde el río Jordán hasta el Mediterráneo, cuya capital es Jerusalén", dentro del que entra todos los que respeten sus costumbres. Badawi, que pertenece al partido opositor a Hamás, asegura que no quieren "ser un Estado fascista, nazi... ¿Qué diferencia hay entre lo que está haciendo Israel y lo que hacía Hitler?", ya que se están "destruyendo hospitales y colegios".
A pesar de todo, el activista está convencido de que "al final, vamos a liberar Palestina", y se mira en el ejemplo de Argelia, que después de 130 años como una colonia francesa, fue "liberada" a mediados del siglo pasado. "Tenemos una resistencia digna sobre la que construir nuestro pueblo", recalca.
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