Renovarse o morir. A esta paremia se han agarrado las siete hermanas del monasterio de las Carmelitas de Granada que, acostumbradas a hacer dulces navideños y mermeladas, han decidido agregar nuevos productos a su carta, añadiendo hasta 30 novedades que incluyen sopas picantes, noodles, sotanghon, sushi y batidos exóticos.
La congregación pasa por momentos bastante delicados. El monasterio, fundado hace más de cinco siglos, sobrevive con una paga y medie que reciben dos de las siete monjas de clausura que lo habitan.
Sor María Dolores, la priora, ha contado a EFE que la idea de hacer sushi ha partido de "las cinco hermanas que han llegado de Filipinas, que propusieron hacer comida de su país. La respuesta ha sido sorprendente y no estamos aún para ahorrar, pero sí para garantizar que llegamos a fin de mes".
En la puerta del convento, las hermanas Carmelitas han colocado un cartel con algunos de los nuevos productos y con los tradicionales. La congregación también ha activado un teléfono para estos pedidos con sabor asiático.
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