Las quejas contra el consulado español en Londres son abundantes. La pandemia ha empeorado la situación y la reducción de empleados de forma presencial afecta a los trámites. La madrileña Patricia de la Piedra ha denunciado que el consulado le denegara la expedición del pasaporte a su hija de 2,5 años y a su hijo de 16 meses porque la pequeña hizo sus necesidades en su orinal portátil en medio de la sala de espera. Según relata ABC, la mujer, que lleva once años viviendo en Reino Unido, se disculpó "150 veces, y cuando me dijeron que por lo sucedido no me iban a dar los pasaportes, me eché a llorar".
Después de meses intentando conseguir una cita y recopilar todos los documentos necesarios, la mujer fue rechazada. Se había desplazado desde Kent en un viaje de dos horas junto a los pequeños en vano. "No entiendo por qué nos penalizaron así, es una niña que acaba de dejar el pañal y los baños estaban cerrados al público, no fuimos a ofender al personal. Nos echaron como perros", ha explicado la afectada a ABC.
La madrileña puso una queja formal al consulado tras lo sucedido, sin embargo, la institución considera que el uso de un orinal en un espacio público es una falta de respeto. Las horas para coger cita se acaban rápidamente y se convierte en una odisea poder hacer cualquier gestión. La de Patricia no es la única queja de españoles residentes en Londres. A una ciudadana de Salamanca, que lelva siete años en el país, le negaron el registro de su hija por tener dos madres cuando en la localidad donde residen no le pusieron ningún problema.
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