El Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado la campaña municipal de recogida de naranja amarga para la temporada 2025-2026, que se prevé concluir a finales de febrero. La operación abarcará más de 52.000 naranjos distribuidos por toda la ciudad y se estima que se recogerán cerca de siete millones de kilos de fruto. Dichas naranjas pueden jugar malas pasadas a los turistas que no están familiarizados ya que algunos se arriesgan a probarlas y se llevan una sorpresa.
La campaña comenzó hace más de quince días en los distritos Este-Alcosa-Torreblanca, Cerro-Amate y Casco Antiguo, siguiendo criterios técnicos relacionados con el grado de maduración de las naranjas. Según el Consistorio, la recolección se irá extendiendo progresivamente al resto de distritos a medida que el fruto alcance el punto óptimo de maduración, ya que en algunas zonas todavía se encuentra verde.
El planteamiento adoptado por el Ayuntamiento busca evitar daños en las ramas y garantizar una recolección más segura y eficiente. Además, se dará prioridad a las calles incluidas en los recorridos de la Cabalgata de Reyes y a aquellas con mayor tránsito peatonal y rodado, siguiendo el modelo aplicado en campañas anteriores.
Trabajos nocturnos
Para reducir las molestias a la ciudadanía, el dispositivo municipal contempla la realización de trabajos nocturnos en puntos con alta densidad de tráfico durante el día, especialmente en vías principales y ejes de circulación. También se ha establecido que la recogida no se realizará durante episodios de lluvia ni en naranjos cuya altura supere los 3,5 metros, por motivos de seguridad laboral.
El Consistorio ha destacado que las estimaciones apuntan a una cosecha abundante, tanto en cantidad como en calibre, lo que permite prever una campaña con altos volúmenes de fruto. Estas condiciones hacen que la planificación técnica y logística sea especialmente relevante para optimizar los recursos y minimizar riesgos.
La campaña cuenta con un presupuesto superior a 500.000 euros y moviliza a más de un centenar de trabajadores, entre personal del Servicio de Parques y Jardines y empleados de empresas adjudicatarias encargadas de la conservación y el mantenimiento del arbolado y las zonas verdes de Sevilla.