Un conductor siembra el pánico en Marbella. "La que he liado, soy tonto", expresó el individuo de 30 años tras darse a la fuga y protagonizar una escena de película. Golpeó a un turismo, casi atropella a un padre y a su hijo y embiste a ocho ciclistas que circulaban por la zona. Después, acabó chocándose con una furgoneta de la Policía Nacional y una patrulla de la Local.
Según recoge Diario Sur, el suceso tuvo lugar el pasado domingo en la glorieta de Pedro Gil, situada junto a la A-7. Allí se encontraban varios agentes que observaron como un vehículo se aproximaba al lugar. El joven, que conducía un BMW estuvo a punto de perder el control pero pudo dar un frenazo. Justo en ese momento, los policías se acercaron para identificarle, sin embargo, pisó el acelerador para darse a la fuga.
Así, comenzó una persecución coordinada con otras unidades para dar el alto al coche, a nombre de una persona residente en La Línea, que circuló de forma temeraria poniendo en peligro la seguridad de los ciudadanos.
Tras conducir en sentido contrario y no respetar los límites de velocidad, acabó en la autovía donde la Guardia Civil de Tráfico se sumó a la operación. El conductor regresó al casco urbano donde también se incorporó la Policía Local de Marbella.
En ese momento, según cuenta el diario malagueño, el conductor se subió a una acera y casi atropella a un padre que caminaba con su hijo. Además, reventó la rueda trasera, dio giros bruscos y obligó a varios coches a apartarse así como a un grupo de ocho ciclistas que viajaban por la zona.
Finalmente, el joven volvió a la rotonda donde había iniciado la fuga y se topó con una furgoneta policial a la que no esquivó y contra la que se empotró. Acto seguido, sin darse por vencido, dio marcha atrás para retomar su camino, pero ya era tarde. La patrulla de la Policía Local le cortó el paso, pese a que, de nuevo, intentó embestir a los dos vehiculos.
Dos policías locales y cuatro nacionales lograron reducir al conductor y al copiloto mientras al tercer ocupante se le dejó marchar al no oponer resistencia como los demás.
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