Las movilizaciones en la sanidad pública tienen meses de duración, pero en mayo han adquirido un tono de alarma a pesar del avance en el diálogo entre trabajadores y administración. Ahora hablan de un colapso inevitable en los hospitales de la provincia, especialmente en Urgencias, durante los meses de verano.
Los cambios de hábitos de los usuarios, que se habrían acostumbrado a evitar la Atención Primaria, el rápido envejecimiento de la población, el incremento temporal de residentes por la campaña turística y la falta de alternativas por parte de la administración serían las causas principales –según los denunciantes– para llegar a este bloqueo, a la saturación por falta de personal y espacio.
A pesar del acuerdo alcanzado entre Junta de Andalucía y sindicatos para mantener el refuerzo de 12.000 trabajadores en los centros sanitarios públicos, la situación no mejora en la práctica, en el funcionamiento cotidiano. Las listas de espera crecen, las citas se aplazan o suspenden y los tratamientos se ralentizan, según admiten estos profesionales de hospitales de la provincia. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, tuvo que atender el pasado miércoles en Cádiz, por la calle, a dos jubiladas que se quejaban de la situación general de la sanidad pública.
Las plantillas hospitalarias aseguran que ese pacto para conservar el número global de trabajadores en Andalucía, incrementado durante los dos años de pandemia, era necesario pero es claramente insuficiente para aliviar la tensión que viven hospitales y centros de salud. Encabezados por el sindicato CSIF, los sanitarios, al margen de los médicos que mantienen negociación propia, elevan cada semana la gravedad de sus mensajes.
En la provincia, este colectivo sindical ya ha denunciado en esta primavera que uno de cada diez trabajadores del hospital universitario Puerta del Mar de Cádiz está de baja o que una tercera parte de las bajas médicas del personal sanitario no se cubren en todos los hospitales provinciales. El siguiente paso en las denuncias es la advertencia de "un colapso. Estamos al borde de un colapso en cuestión de unas semanas, de un mes".
"El hospital de Jerez ya no da para atender a los 240.000 habitantes de la ciudad y las pedanías"
Manuel Lorenzo Jiménez, miembro del CSIF entre los celadores del Hospital de Jerez, asegura que la causa de ese pronóstico está en que "las plantillas están al mínimo. No hay personal suficiente para atender a los pacientes. Las bajas no se cubren, las jubilaciones, tampoco. Con los trabajadores que ascienden por promoción interna también pasa lo mismo, no se les sustituye. Recursos Humanos dice que pide más personal a Sevilla y que se lo niegan. No sabemos qué pensar ni quién miente".
Avances que "no arreglan nada"
Admite que el pacto entre Junta de Andalucía y sindicatos para mantener a los 12.000 trabajadores que llegaron de refuerzo durante el bienio Covid es una buena noticia pero "apenas sirve para arreglar nada". La precariedad en los contratos también ha descendido, "antiguamente, con el PSOE, el SAS hacía muchos contratos de un día. Ahora, como mínimo son de 15 días, eso hay que admitirlo". A pesar de que se trata de dos gestos "de buena intención", son insuficentes ante la situación general de desbordamiento.
Pero esos avances no pueden contener la ola de demanda de atención que tiene, según Jiménez, diversas causas: "La Atención Primaria no ha existido durante muchos meses, ha sido telefónica y los usuarios se han acostumbrado a acudir directamente a urgencias. Aunque Atención Primaria mejorase de aquí a finales de año, nos tememos que la gente ya no va a volver a ir a los centros de salud en la misma medida que antes".
A ese cambio se unen factores demográficos y hasta económicos: "El envejecimiento de la población es muy rápido y eso se percibe en Urgencias. En julio y agosto, además, el número de usuarios potenciales crece mucho porque somos una provincia muy turística". Asegura que ya hay muchos pacientes que "pasan en observación hasta cinco días, porque no hay camas" y que la previsión es un agravamiento de la situación en verano "aunque no se cierren habitaciones".
Este afiliado al CSIF detalla que "hay servicios que se paralizan si faltan uno o dos celadores, como rayos materno-infantil, entre otros muchos" y que en momentos concretos de incremento de la atención, "como en la Feria de Jerez", la situación se complica rápidamente. Otra de las consecuencias detectadas por CSIF es que la falta de manos provoca "que las altas se concedan muy rápido, para aliviar los servicios. Pero es un error precipitar las altas porque lo único que consigues es que el paciente vuelva a los tres días".
"Necesidad imperiosa"
Como conclusión, y ante la certeza de que las causas de la saturación hospitalaria no van a desaparecer, el representante de los celadores en Jerez cree que "los hospitales se han quedado pequeños. El de Jerez, especialmente. No puede atender a las 240.000 personas que viven entre la ciudad y las pedanías. No da más de sí". Esa situación la extiende a San Fernando, a San Carlos, centro en el que ha trabajado varios meses y ya está "ocupado completamente pese a ser el último refuerzo en la red sanitaria". Este inicio de colapso se produciría también "en Puerto Real, en Cádiz y Algeciras. En todos los hospitales de la provincia".
Tan extendida está que en todos esos centros ha comenzado se mantiene la campaña No más zuecos vacíos con la que CSIF pretende denunciar la falta de contrataciones por parte del Servicio Andaluz de Salud para la cobertura de las ausencias de profesionales de las distintas categorías. Las necesidades son “imperiosas”, según el presidente del Sector de Sanidad del sindicato, Victorino Girela.
Además de las acciones informativas y de protesta en los centros sanitarios, como sucedió este jueves en Cádiz, Jerez o Puerto Real, esta acción sindical incluye también la presentación de escritos de denuncia ante las direcciones gerencias de los centros, las respectivas delegaciones territoriales de Salud y Consumo y, en su caso, a la Inspección de Trabajo.
Además, si las medidas anteriores no dan resultados concretos, se prevé acudir al Defensor del Pueblo para pedirle amparo, "dada la situación de indefensión en la que se encuentras los profesionales de la sanidad pública andaluza y del deterioro progresivo de sus condiciones laborales", según Girela.
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