Andalucía enfrenta desde este jueves su primer gran episodio de calor del año, impulsado por una masa de aire muy cálido procedente del norte de África. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha advertido que podrían alcanzarse temperaturas récord para estas fechas desde, al menos, 1950. El episodio se extenderá hasta el domingo y obligará a extremar las precauciones, especialmente entre la población más vulnerable.

Las autoridades sanitarias han reiterado las recomendaciones habituales para mitigar los efectos de las altas temperaturas. Beber agua de forma frecuente, vestir ropa ligera y buscar lugares con sombra se sitúan entre las medidas más eficaces. También se aconseja evitar el consumo de bebidas alcohólicas, calientes o azucaradas, así como priorizar alimentos frescos como frutas y verduras. Las horas centrales del día deben evitarse para actividades al aire libre, y es esencial utilizar protección solar.

Los síntomas leves asociados a la exposición al calor, como mareos, dolor de cabeza o sudoración excesiva, requieren atención inmediata mediante la ingesta de agua en pequeñas cantidades, ropa holgada y aplicación de paños húmedos. Si estos signos se agravan o se prolongan más de una hora, especialmente en personas con patologías crónicas, se recomienda buscar asistencia médica.

En casos de golpes de calor o insolación, los síntomas pueden ser más graves, incluyendo fiebre superior a los 40 grados, convulsiones o pérdida de conciencia. Ante esta situación, se debe contactar con los servicios de emergencia, evitar el consumo de líquidos y procurar reducir la temperatura corporal con paños fríos en un entorno fresco.

Los colectivos vulnerables

Las embarazadas, lactantes, menores de cuatro años, personas con movilidad reducida, mayores de 65 años y quienes toman ciertos medicamentos figuran entre los grupos de mayor riesgo. También se considera especialmente vulnerables a quienes trabajan o realizan deporte al aire libre, y a quienes habitan en zonas urbanas con difícil ventilación.

El Ministerio de Sanidad activó el pasado 16 de mayo su plan nacional contra el calor, que estará en vigor hasta el 30 de septiembre, con posibilidad de extenderse si las condiciones meteorológicas lo requieren. Según datos del sistema MoMo, entre 2015 y 2024 se registraron 23.820 muertes atribuibles a episodios de calor, con 2022 como el año más mortífero, seguido de 2023, en ambos casos con una mayor incidencia en personas mayores de 75 años.

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Emilio Cabrera.

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