Alba Pacheco, la joven jerezana de 18 años de edad que sufría de fuertes dolores, paralizada de cintura para abajo y en cama desde los 16, ha vuelto a caminar. Según publica Diario de Jerez, la joven ya puede caminar sin ayuda de andadores: "Ya corro como una metralleta”.
Alba, que fue desahuiciada por el SAS durante más de dos años, y que fue el "conejillo de indias" de cuatro hospitales de la Junta de Andalucía: el Hospital Universitario de Valme (Sevilla), Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz) y Hospital de Jerez (Jerez), tuvo la suerte de ser operada con “gran éxito” de rotoescoliosis, médula anclada y el síndrome de cola de caballo, el pasado 9 de julio y de manera gratuita de la mano del traumatólogo, Mario Velarde, en la clínica privada San Rafael de Cádiz.
“Es muy triste, debe haber muchas Alba. Las últimas palabras que me dijeron es que había enfermedades raras y por eso la gente se moría y yo le dije que mi hija no tenía una enfermedad rara", denuncia Carolina Pacheco, su madre, en Diario de Jerez. Alba lleva sorteando obstáculos desde que su madre la parió. Invidente de nacimiento, Carolina no quiere ni recordar aquellos días en los que su hija era discriminada por sus compañeros en el colegio. Pero, "a mí lo que no me está limitando mi vista, me está limitando un dolor”, lamentó Alba en una entrevista a lavozdelsur.es el pasado mes de abril.
Y cuatro meses después, cuando Carolina ya perdió la fe en la sanidad pública, llegó el "ángel de la guarda" de su hija. “Me encuentro muy bien. En el momento de operarme desaparecieron los dolores. Me siento las piernas, me siento los pies, pido pipí, me siento el vientre, estoy empezando a caminar. Y gracias al doctor Velarde, que es mi ángel de la guarda. Ha hecho una obra maestra”, manifestó la joven jerezana durante una rueda de prensa que Velarde organizó a principios del pasado agosto.
Ahora que Alba vuelve a caminar, está organizando una macrofiesta para celebrar sus 19 cumpleaños y para dar las gracias a todos los que la han ayudado: visitándola, animándola, contribuyendo económicamente, dándole voz a su caso... Ahora bien, todo aquel que quiera acudir, deberá llevar un kilo de comida para el Banco de Alimentos. “Ella tiene un corazón que no le cabe en el pecho, es un ejemplo a seguir…", comparte su madre.
“Yo sé que me voy a poner bien”, dijo Alba hace ocho meses cuando todavía estaba postrada en una cama del Hospital de Jerez. “Mira, ¿tú sabes una cosa, que cuando yo ya esté bien, voy a retomar lo del teatro”, enlazó, ilusionada, al tiempo en que confesó que quiere ser fisioterapeuta, “porque quiere tener sus pacientes y ayudarles”. Palabras que poco a poco se van haciendo realidad, ya que espera continuar con sus estudios en enero de 2019.


