La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha inaugurado en Sevilla el primer Congreso Internacional sobre el Lince Ibérico, bajo el lema “Visión compartida, acción coordinada: Conservación del lince ibérico en la Península Ibérica”. Un encuentro histórico que reúne, del 25 al 27 de noviembre, a 300 asistentes, entre ellos científicos, administraciones españolas y portuguesas, técnicos, conservacionistas y algunos de los mayores expertos en fauna salvaje de Europa, como Miguel Delibes, Astrid Vargas y Christine y Urs Breitenmoser.
Andalucía, epicentro mundial de la recuperación del lince
Durante la apertura, Catalina García subrayó el papel decisivo de Andalucía como motor de este éxito global de conservación, destacando que hace apenas dos décadas la especie afrontaba su peor momento: “En 2001 solo quedaban 94 ejemplares, la mayoría en pequeños núcleos aislados de nuestra comunidad”. Hoy, tras un trabajo continuado durante 20 años, la población ha alcanzado 836 linces en Andalucía y 2.401 en toda la península, marcando un hito en la historia ambiental europea.
“Todos los linces que hoy viven en España y Portugal descienden de 75 hembras andaluzas”, precisó García, recordando que este dato confirma a Andalucía como núcleo originario de la recuperación. El salto definitivo del lince de la categoría ‘En Peligro’ a ‘Vulnerable’ ha sido oficialmente reconocido por la UICN, convirtiéndose en un caso de éxito mundial.
Expansión natural y nuevos territorios colonizados
La consejera celebró que el felino regresa de forma natural a zonas donde llevaba décadas desaparecido, como Sierra Arana, Sierra María-Los Vélez o la comarca de Cabra, donde el marcaje de la hembra ‘Igabrum’ ha supuesto un hito científico para estudiar la conectividad ecológica entre áreas consolidadas y zonas emergentes. Además, el nacimiento de cachorros en Granada y Almería confirma el avance hacia nuevos paisajes y hábitats.
Cooperación, ciencia y territorio: la fórmula del éxito
Catalina García ha reivindicado el papel de los distintos proyectos LIFE, en especial LIFE LynxConnect, coordinados desde Andalucía, como motores de esta recuperación. “Cuando las administraciones confían en el conocimiento técnico y trabajan con coherencia, los resultados son transformadores”, afirmó.
Además, destacó la implicación de propietarios de fincas, agricultores, cazadores, universidades y entidades conservacionistas como pieza clave de este progreso.
Mirando al futuro: un nuevo proyecto LIFE para 2026-2031
El Congreso también abre el camino a la próxima gran etapa: la Junta de Andalucía liderará un nuevo proyecto LIFE 2026-2031, cuyo objetivo será consolidar un estado de conservación favorable, reforzar la gestión genética, mejorar la resiliencia frente al cambio climático y crear infraestructuras verdes que conecten los hábitats del lince en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y Portugal.
El modelo andaluz de conservación, según la consejera, ya sirve como referencia para otras especies emblemáticas como el águila imperial, el ibis eremita, el quebrantahuesos o la cerceta pardilla.
“La recuperación del lince demuestra que conservación y desarrollo pueden convivir. La biodiversidad es orgullo, identidad y conocimiento compartido”, concluyó Catalina García.


