La pandemia de coronavirus sacude con más violencia que nunca a Jerez en los últimos diez meses. En las últimas 24 horas, según los datos que acaba de notificar la Consejería de Salud y Familias, los contagios han crecido en 140 nuevos positivos confirmados y 5 víctimas mortales, hasta alcanzar los 172 fallecidos por covid en el municipio desde marzo pasado. Ya son 9.295 positivos confirmados en toda la alerta sanitaria, 6.086 curados.
Con estos datos, la tasa de incidencia de la enfermedad en el municipio también ha crecido en el último día: este martes 19 de enero está en 863,0 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (1.836 positivos confirmados), cada vez más cerca de que el municipio entre en nivel 4 grado 2, la alerta máxima de propagación del virus y, por ende, el momento en el que la Junta de Andalucía aplica las mayores restricciones a partir de sus competencias. Es cada vez más probable, en este sentido, que la ciudad no solo quede confinada —medida que quedó instaurada desde la medianoche del pasado sábado—, sino que paralice toda su actividad no esencial. De producirse esa medida, se anunciaría el próximo jueves por la Junta de Andalucía, para que entrase en vigor en la medianoche del viernes.
Que se sepa, al menos eso confirmó este pasado lunes la delegada territorial de Salud, Isabel Paredes, la situación en el Hospital de Jerez aún está lejos del colapso vivido en la segunda ola, allá por octubre-noviembre pasados, pero la gerencia del centro hospitalario ya se empieza a preparar para lo peor. Los hospitales del Sistema Sanitario Público de Andalucía en la provincia de Cádiz han comenzado a adaptar la actividad de sus quirófanos al incremento de la presión asistencial derivada de la pandemia por Covid-19, después de que la incidencia continúa incrementándose, según ha indicado a Europa Press fuentes del SAS.
Asimismo, han explicado que los centros cuentan con planes de contingencia que prevén que en función del aumento de la incidencia y del número de pacientes hospitalizados se aborde una reducción de la actividad quirúrgica programable.
Así, ante el incremento del número de pacientes ingresados, los hospitales de la provincia están potenciando ya aquellas intervenciones que no supongan una hospitalización mayor de 72 horas, así como Cirugía Mayor Ambulatoria que no genera hospitalización, pero permiten que los quirófanos sigan funcionando. Igualmente, se mantienen las intervenciones no demorables porque suponen un perjuicio grave para la salud del paciente, así como la cirugía oncológica y toda la urgente, han indicado.
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