La Xunta de Galicia aprueba este martes la reforma de la Ley de Salud gallega que impone multas de entre 1.000 y 60.000 euros para las distintas infracciones sobre la salud pública, entre las que recoge la negativa a ponerse la vacuna contra el covid. El PP saca adelante esta reforma en solitario con los votos en contra de BNG y del Partido Socialista.
A partir de este momento, la Xunta podrá aplicar una serie de medidas como interponer multas a las personas que se nieguen a recibir la dosis o a llevar mascarillas y ordenar confinamientos. Según el documento de la administración, no ponerse la vacuna se trata de "una infracción leve" que supondrá, en la mayoría de los casos, una sanción de entre 1.000 y 3.000 euros que se ha definido como "Negativa injustificada a someterse a medidas preventivas, consistente en la vacunación o inmunización prescrita por las autoridades sanitarias, de acuerdo con establecido en esta ley".
Solo existe un caso en el que no inyectarse la vacuna puede suponer sanciones mayores de 3.000 a 60.000 euros. El texto recoge que se hará cuando "pueda suponer un riesgo o un daño grave o muy grave para la salud del población", pero no detalla una situación a modo de ejemplo.
Los partidos de la oposición se han mostrado en contra de esta reforma al considerar que solo servirá "para dar alas a los negacionistas". El diario Público ha recogido las declaraciones de la diputada del PP de Galicia, Encarnación Amigo que asegura que "esa supuesta obligatoriedad de las vacunas" no es tal, porque al respecto en el texto solo alude a un "podrá, en circunstancias muy concretas".
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