Promover la responsabilidad compartida en el hogar y en la familia. Esta es una de las metas que se propone la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el impulso del 'Objetivo de desarrollo sostenible 5: lograr la igualdad entre los géneros". Autismo Cádiz aborda la segunda parte de una campaña que reivindica esa responsabilidad. ‘Igualmente visibles, igualmente responsables’, reza en el título de la misma y para ello mostrará la historia de seis padres con un papel comprometido y activo en el cuidado de sus hijos e hijas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
Por este motivo, en el mes de febrero se destaca la figura de Moisés Saborido, padre de Candela Saborido, mujer adolescente con TEA. Moisés reconoce que la figura paterna no está muy presente en el acompañamiento de las personas con TEA. “Al menos yo no veo a muchos padres implicados que, por ejemplo, acompañen a sus hijos e hijas a las sesiones. Allí los padres que nos vemos somos pocos”, reconoce. Moisés afirma que él en ningún caso quiere perderse cada paso que da su hija dentro y fuera de la asociación en la búsqueda de su calidad de vida. “Es evidentemente una tarea compartida con mi pareja, como el resto de las tareas, pero es que es además una oportunidad de aprendizaje enorme, un aprendizaje del día a día”, explica.
Moisés se emociona recordando los comienzos, cuando Candela tenía 3 años y no tenía diagnóstico. “Reconozco que tuvimos muchos momentos de desesperación. Literalmente, me planté en la puerta de la entidad en Jerez buscando una solución. Allí hablé con Patricia, una logopeda, que supuso la puerta de entrada de Candela en la asociación”, añade. Desde entonces, Candela ha permanecido ocho años en Atención Temprana, hasta que cumplió doce, y actualmente está adscrita al servicio de Apoyo Psicológico en entorno natural. El trabajo continúa, y tanto Moisés como su pareja, Lourdes, lo saben. “Es una carrera de fondo. Se ha hecho mucho, se han logrado muchas cosas, pero sigue quedando mucho por hacer”, concluye.
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