El Gobierno ha rechazado que más de un millar de empleados españoles de la Base de Rota se vacunen contra el covid tras el ofrecimiento de las autoridades estadounidenses. Esta posibilidad surgió por iniciativa de los norteamericanos, que ya han inmunizado a sus militares, y para cerrar ese proceso y asegurar su funcionamiento, pretendían que los empleados civiles recibieran las dos dosis de la vacuna de Moderna, elaborada por laboratorios de EEUU.
La propuesta circuló por los despachos del Ministerio de Defensa y el de Sanidad, adelantaba El País. Las dos titulares, Margarita Robles y Carolina Darias, han estudiado el asunto y tras más de un mes sin respuesta, la decisión ha sido un no que ha sentado muy mal entre la plantilla. Según el presidente del comité, Manuel Urbina, la propuesta les llegó a través del departamento de recursos humanos de la parte estadounidense. "Nuestra situación laboral es compleja, porque nuestro contrato está firmado con España, pero trabajamos para EEUU", matiza Urbina.
"Nos sorprende bastante y muy negativamente. Es lamentable y vergonzoso, porque no le quitamos la vacuna a nadie". La causa que esgrimiría el Gobierno es que estas personas serán vacunadas cuando llegue su turno por las autoridades sanitarias, en este caso caso la Junta. "Y no solo no le quitamos la vacuna a nadie, sino que va en beneficio de todo el mundo, porque son dosis que no habrá que gastar en nosotros", y de la que podrían disponer antes más ciudadanos españoles.
"No entiendo tampoco ese silencio de España. Hablamos con el alcalde, Javier Ruiz Arana, que es del PSOE, para que lo viera, y el PP va a hacer preguntar parlamentarias, pero nos hemos enterado por la prensa", rechaza. "Es una vergüenza".
"Si es una cuestión de orgullo español, de decir que no, que todo tiene que ser con vacunas que de España, cuando te toque, pues que nos lo digan. Es una negativa absurda. Nadie se iba a oponer a que nos vacunáramos", remacha Urbina.
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