La consejera de Cultura y Patrimonio, Patricia del Pozo, ha citado este viernes en Sevilla a la alcaldesa, Mamen Sánchez, y a su delegado de Urbanismo, José Antonio Díaz, para abordar en una reunión el futuro del proyecto de la reordenación urbanística del eje Corredera-Esteve-Cerrón, y otras actuaciones vinculadas con esta consejería del Gobierno andaluz, como el Museo del Flamenco de Andalucía, cuyas obras siguen sin salir a licitación pública y sus fondos, dependientes de la convocatoria europea de la ITI, corren serio peligro de perderse.
A la espera de que responda el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, también del PP como Del Pozo, a las diferentes peticiones de encuentros que le ha cursado la regidora socialista de Jerez, al menos la consejera ha tenido la sensibilidad de concertar un encuentro que llega tras la agria polémica partidista que la delegación territorial de Cultura y Patrimonio, en manos en Cádiz de Mercedes Colombo, ha iniciado con el Ayuntamiento de Jerez. Como está publicado, Colombo ha ordenado paralizar la obra de reordenación del céntrico eje, la cual surge de iniciativa municipal y está adscrita a los fondos europeos de la Edusi, por afectar a un bien inmueble como asegura la administración autonómica que es el adoquinado de estas vías del centro.
Después de aprobarse por mayoría en la comisión de patrimonio histórico, y de que incluso el gobierno municipal llevara desde diciembre solicitando a la Junta reuniones para ver este proyecto, no ha sido hasta ahora, en el arranque de los trabajos, cuando la delegación territorial de la Junta ha ordenado la paralización bajo amenaza de multa millonaria. Este hecho, además de sospechar de que algún representante en la citada comisión "ya había urdido este plan de confrontación partidista con el PP en la Junta", enerva al gobierno local, que entiende que el ala PP del gobierno autonómico "ni come, ni deja comer. Ni se preocupa de sus proyectos en la ciudad para que salgan adelante, y torpedea la iniciativa municipal".
La estrategia maquiavélica de los populares, además, ha encontrado aplauso y respaldo en las asociaciones y colectivos contrarios a la obra que prevé sustituir el adoquinado por asfalto en estas céntricas vías. Un proyecto que no contenta a todos, pero que es el que ahora ofrece el ejecutivo socialista para un eje que, de momento, teniendo en cuenta las servidumbres de tráfico por los subterráneos y la terminal de autobuses en Esteve, no permite a corto plazo su peatonalización total, como sería lo aconsejable y deseable. El caso es que la alcaldesa llega a Sevilla este viernes con la escopeta cargada, pero, según ha podido saber lavozdelsur.es, con voluntad de llegar a acuerdos "por el bien de la ciudad y sus proyectos, que en estas guerras siempre es al final la gran damnificada".
"Que la discusión y el debate de Jerez en este momento sea cómo obrar una calle es muy positivo. Hace unos años, especialmente con el PP, se asfaltaban adoquinados que no se reutilizaban, como sí ocurrirá en este caso, y nadie protestaba. Las protestas estaban a las puertas del Ayuntamiento por los recortes en servicios públicos, privatizaciones y despidos de técnicos municipales", aseguran fuentes municipales consultadas por este medio. En todo caso, otro punto fundamental de la reunión será el futuro del proyecto del Museo del Flamenco de Andalucía, que no termina de arrancar y que molesta especialmente si se ve cómo en al vecina San Fernando, donde PSOE gobierna con Cs —socio del PP en la Junta—, está a punto de abrir sus puertas el Museo de Camarón.
En el caso del Museo jerezano, que iría ubicado en la plaza Belén y que necesita sacar ya sus obras a licitación para cumplir los plazos que dicta Europa, ya se barruntan recortes como consecuencia de la reprogramación de partidas de la Junta para aprovisionar fondos que cubran la factura por la crisis sanitaria del covid. Habrá que ver la predisposición de Patricia del Pozo a desatascar estos asuntos, postura que adoptó en septiembre pasado cuando llegó a la ciudad para asistir a la presentación del pasado Festival de Jerez, o a enquistarlos aún más, posición que parece haber adoptado un PP en Cádiz que una vez más no tiene escrúpulo alguno en hacer de las instituciones las sedes del partido.
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