El Gobierno andaluz (en 'modo precampaña') baja al barro y multiplica los ataques a Sánchez y Espadas

La Junta responde a las acusaciones hechas por el presidente del Gobierno en el mitin del pasado domingo en Jaén y aprovecha para llevarse por delante a Espadas, con quien se suponía que se iban a negociar los Presupuesto de 2022

Elías Bendodo y Juan Marín, tras el Consejo de Gobierno, en una rueda de prensa más partidista que institucional, ya en 'modo precampaña'.
Elías Bendodo y Juan Marín, tras el Consejo de Gobierno, en una rueda de prensa más partidista que institucional, ya en 'modo precampaña'.

Nadie en Andalucía sabe cuándo serán las elecciones autonómicas. Lo que cada vez es más evidente es que todos están preparando el terreno en una especie de precampaña para que no les pille desprevenidos si finalmente se adelantan antes de la frontera de noviembre de 2022. Si el pasado domingo era Pedro Sánchez el que se ponía el traje de secretario general del PSOE, en Jaén, y hacía grandes reproches a la Junta de Andalucía, este martes, tanto Juan Marín, vicepresidente de la Junta, y Elías Bendodo, portavoz del Gobierno, han seguido esta línea y han aprovechado la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno para arremeter duramente contra el propio Sánchez y, de paso, contra Juan Espadas.

La comparecencia de ambos, uno del PP y otro de Ciudadanos, ya transmitía —o lo intentaba— la imagen de unidad y estabilidad que tanto le gusta pregonar al Gobierno andaluz. Los envites del principal socio parlamentario, Vox, en los últimos meses no han sido pocos. Aun así, la coalición se reafirma, al menos de cara al público, en su intención de agotar la legislatura. Sin embargo, ya hay pequeños giros y modificaciones en el discurso del Ejecutivo que se abre explícitamente a la prórroga de los Presupuestos de 2022, “no es mala opción porque Vox está por las elecciones”, ha expresado Marín.

La unidad se mantiene, al menos en lo referente a atacar al PSOE, con quien se suponía que iba al menos a haber un intento por negociar unas nuevas cuentas para el próximo año. El pasado domingo Pedro Sánchez criticaba que la Junta de Andalucía no había ejecutado las ayudas del Gobierno. La coalición de PP y Ciudadanos ha aceptado este escenario y ha multiplicado los reproches a la Administración central. El intercambio verbal tiene un trasfondo electoral, pero, sobre todo, tiene el objetivo de pugnar por ver quién es definitivamente identificado como el rostro de la recuperación económica.

Mientras Sánchez y el PSOE-A venden que ofrecen todos los recursos posibles, desde la Junta buscan transmitir que el Gobierno de España sólo pone trabas a la recuperación. “Vamos por buen camino, que no venga a chafarnos”, decía Elías Bendodo en un tono coloquial. Antes, ya manifestaba que Sánchez era bienvenido “pero que no venga a insultar a los andaluces” y solicitaba a los socialistas de Andalucía que levantaran la voz y frenaran al Gobierno de España.

El principal punto de disenso han sido las ayudas a empresas y autónomos. Pedro Sánchez criticaba a la Junta por sólo ejecutar 50 de los 1.000 millones que había puesto a disposición el Gobierno central. La Junta, por su parte, ha achacado a Sánchez poner requisitos imposibles para recibir esas ayudas. De hecho, Juan Marín también ha acusado a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de querer quedarse los fondos no ejecutados que regresen al Gobierno central “para pagar favores políticos a sus socios”. La Junta defiende que la consejera de Empleo, Rocío Blanco, ya envió al Ministerio un escrito en el que aseguraba que la ejecución de esas ayudas era imposible con esos requisitos.

La mayor queja de PP y Ciudadanos es la exigencia de no haber tenido pérdidas en 2019 y que las de 2020 no superen el 30% para poder acceder y denuncian que lo único que pueden hacer como administración es ampliar, por tercera vez, los plazos de presentación de solicitudes. De momento, el 30 de septiembre es la fecha límite para pedir las ayudas.

No ha sido el único recado que se ha llevado Pedro Sánchez porque también ha recibido críticas al hablar Juan Marín del inicio del curso. El Gobierno andaluz ha recriminado la falta de recursos para este año, “echamos de menos financiación extraordinaria, no hay refuerzos desde el Gobierno”, manifestaba Juan Marín que también pedía lealtad institucional. Poco después subía el tono y acusaba al Gobierno de “lavarse las manos” y definía la situación como “una falta de respeto de Pedro Sánchez”.

Sin embargo, esta vez Sánchez no se llevaba todos los ataques ya que entraba en escena Juan Espadas, secretario general del PSOE-A y candidato a la presidencia de la Junta. El propio Marín ha señalado que las competencias en materia de limpieza de los centros educativos son de los ayuntamientos y ha pedido a Espadas que recuerde que el pasado curso la limpieza de los colegios en Sevilla se llevó a cabo con los fondos europeos recibidos por la Junta de Andalucía. El líder de Ciudadanos cerraba este bloque de la rueda de prensa afirmando que no van a permitir que el Gobierno de España "asfixie el sistema educativo andaluz". Todo ello, una día después de que Javier Imbroda, consejero de Educación, anunciara unos 1.000 profesionales menos de refuerzo que el año pasado.

No ha sido la única mención a Juan Espadas durante la rueda de prensa. Con las presiones referidas de Vox para forzar elecciones, el PSOE-A ya ha expresado en más de una ocasión la intención de sentarse a hablar sobre el Presupuesto de 2022. Incluso, los socialistas han propuesto la creación de una comisión parlamentaria para su elaboración, algo que desde la Junta consideran “una tomadura de pelo” e insisten en que Moreno Bonilla se reunirá con todos los grupos. Por si acaso, para disuadir el discurso de renovación, Elías Bendodo también ha recordado que Espadas fue consejero con Chaves y Griñán. Además, Marín ha asegurado que el PSOE no va a aprobar un Presupuesto de PP y Ciudadanos “ni muerto”. “Van a hacer una puesta en escena y luego seguirán las instrucciones de Sánchez”, concluía el líder de la formación naranja.

Por si fuera poco, también se ha llevado su parte Mario Jiménez, antiguo portavoz del PSOE-A que ha vuelto a escena tras la derrota de Susana Díaz. Horas antes de la rueda de prensa, Jiménez había criticado a Moreno Bonilla por llevar tres días sin contestar una solicitud de Juan Espadas para un encuentro. Juan Marín ironizaba: “Ha estado mucho tiempo callado, tendrá ahora otros intereses”. Por su parte, Bendodo expresaba que no entendía las prisas y, de paso, volvía a dejar un recado a Pedro Sánchez, “le aseguro que no va a tardar 881 días en recibir a Juan Espadas”, en referencia a lo que tardó el presidente del Gobierno en recibir a Juan Manuel Moreno.

De momento, el botón rojo de las elecciones sigue sin pulsarse, pero en Andalucía nadie pierde el tiempo y todos los implicados van conformando un relato para concurrir a la cita con las urnas. Lejos de amainar, el clima prebélico sigue in crescendo, mientras la estabilidad (agotar la legislatura) sigue en el fondo dependiendo de Vox.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

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