Cuando Pedro Sánchez falta en el Congreso de los Diputados, inevitablemente el foco pasa a otros ministros. Este miércoles una de las grandes protagonistas ha sido la titular de Igualdad, Irene Montero. Montero volvía a los cara a cara con la oposición una semana después de que sus declaraciones en una Comisión parlamentaria sobre la Educación Sexual se tergiversaran por la extrema derecha y se comunicaran como apología a la pedofilia.
Desde Vox han insistido, "de mujer a mujer y sobre todo de madre a madre. Las barbaridades que vertió en sede parlamentaria (...) no son susceptibles de interpretación", manifestaba la diputada de Vox Inés María Cañizares Pacheco. Según esta parlamentaria, las declaraciones de Montero "incitaban a la corrupción de menores, iniciando un camino para normalizar prácticas sexuales de adultos con niños". Cañizares le ha preguntado a Montero si va a dimitir.
La respuesta de la ministra de Igualdad no ha gastado mucho tiempo y tras recibir la palbra desde la presidencia de la Cámara ha contestado con un tajante, "no" al que han acompañado los aplausos de sus compañeros de partido. Pese a esto, la diputada de Vox no se ha dado por vencida señalando que "tras sus declaraciones entendemos que desde Podemos veten sistemáticamente la investigación de recientes escándalos sexuales con menores". La diputada de extrema derecha ha acusado a Montero de legislar "a golpe de trauma" y ha continuado con su retahíla que no guardaba demasiada coherencia.
Si Vox pudiera contestar a estas preguntas sobre educación sexual de @IreneMontero sin difamar, mentir y verter odio, serían un partido democrático.
— PODEMOS (@PODEMOS) September 28, 2022
A los fascistas se les para con derechos. pic.twitter.com/DzEj1UOuGu
Esta vez, la respuesta de Montero ha sido más amplia, "me avergüenza profundamente su campaña de violencia política y en contra de la educación sexual de los niños y adolescentes de este país", ha comentado la ministra. Montero ha asegurado que ella va a seguir en la política a pesar de la campaña, "es lo que hay". Posteriormente ha planteado el problema es qué hacer para "acabar con las violencias contra la infancia". "La educación sexual es un derecho", ha sentenciado antes del gran aviso, "en esta Cámara y en la sociedad somos más quienes queremos educación sexual para nuestros hijos e hijas".
"Quiero preguntarle a la Cámara, ¿hasta cuándo vamos a tolerar estas campañas de violencia política contra nosotras? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que usen esta Cámara como altavoz de su machismo? Les pido que les paremos los pies. Las feministas y las democrátas les tenemos que parar los pies. Aprobemos ya la ley del aborto porque a estos fascistas se les para con derechos".
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