Parece que fue ayer cuando Juanma Moreno bajaba las escaleras de la sede del Partido Popular en Andalucía para dirigirse al escenario que la formación había montado en plena calle San Fernando rodeado de banderas andaluzas para celebrar lo que los populares nunca habían conseguido.
Sin embargo, han pasado ya más de tres años y Andalucía se asoma a una nueva convocatoria electoral. Los partidos afrontan el último curso político de la legislatura con la incertidumbre de cuándo 'apretará' el botón el mandatario autonómico.
En 2022, el líder del Partido Popular llegaba como favoritísimo, a pesar de que cuatro años antes había cosechado el peor resultado de la historia del partido. La desaparición de Ciudadanos se daba por hecho, pero hasta la misma jornada electoral pocos creían en la posibilidad de conseguir una mayoría absoluta —y menos tan holgada— como de la que actualmente goza el PP en el Parlamento. "Se les vio empezar con una seguridad y una solidez espectacular, las cosas como son", reconoce una de las voces de la oposición que participa en este reportaje.
Nadie puede negar que Juanma Moreno se ha convertido en una 'apisonadora' política. De los candidatos que estaban cuando alcanzó la presidencia de la Junta, sólo queda él. En el escaño opuesto del Parlamento, donde se sienta el líder de la oposición, ya ha visto tres caras distintas: Susana Díaz, Juan Espadas y María Jesús Montero (aunque de forma virtual). Esta última ha emergido como la gran esperanza de los socialistas para recuperar terreno, aunque la última encuesta del Centro de Estudios Andaluces (Centra) señala que el PSOE lograría los peores resultados de su historia, con apenas 25 diputados, mientras que el Partido Popular revalidaría la mayoría absoluta.

Siete años son muchos años. Juanma Moreno se ha convertido en el segundo presidente andaluz que ha pasado más tiempo en San Telmo, sólo superado por Manuel Chaves. Esto, aunque habla de la solidez del malagueño, también tiene su contrapartida. El discurso de la herencia recibida comienza a no calar en la población y problemas como el de la sanidad pública y su supuesta voladura controlada, ya apuntan directamente a la gestión del Partido Popular en la Junta de Andalucía. Dicho tema ha aparecido en las últimas encuestas como una de las grandes preocupaciones de los andaluces. En el PSOE, de hecho, creen que Moreno "llega agotado porque la idea de sacarnos del Gobierno se agotó en el primer mandato. Ahora está generando una frustración enorme en los andaluces porque está destrozando los servicios públicos".
"Vemos al Gobierno alejado de la gente. Moreno está en una burbuja y ha puesto los servicios públicos al servicio de las multinacionales", opinan fuentes de Izquierda Unida a lavozdelsur.es. El diagnóstico de las izquierdas es muy similar. "Estamos viendo cierta removilización en la calle, aunque no sabemos si tiene ya traducción electoral o no", apuntan desde Adelante Andalucía, donde señalan a la sanidad como "punto débil" del Gobierno. Para José Manuel Gómez ha habido un cambio en la calle durante estos años. "En las primeras reuniones con los colectivos nos decían que explicándoselo a Juanma Moreno lo iba a entender. Ahora empiezan a decirte que no tiene interés por solucionar los asuntos".
Pese a ello, los populares se han mantenido tajantes en el inicio de un curso que su secretario general, Antonio Repullo, ha definido como "agitado y exigente", aunque "el PP de Andalucía estará a la altura porque somos honestos, trabajadores y entendemos la gestión como una herramienta de servicio y progreso colectivo". Aunque los populares disponen de un gran margen respecto a la oposición, lo cierto es que la llegada de María Jesús Montero les ha hecho elevar el tono. "La Montero paracaidista, la de las manos quemadas y la de los presupuestos en el cajón desconoce la realidad de Andalucía", resumen.
Las elecciones serán en junio si se agota la legislatura. De hecho, Moreno recientemente ha reafirmado esta idea, pero nadie descarta la posibilidad de que se adelanten algunos meses, algo que la oposición achaca al interés electoral del Partido Popular. Además de esto, las formaciones son conscientes de que no se puede descartar una coincidencia con las generales, aunque Pedro Sánchez también se ha mostrado partidario de agotar su mandato. "Estamos preparados", insisten los diferentes partidos consultados.

Mucho de lo que ocurra en las próximas elecciones dependerá de la capacidad del PSOE de convencer y movilizar a su electorado. Fuentes socialistas no dudan en asegurar a lavozdelsur.es que están "preparados" para cuando Moreno decida convocar elecciones. "Pueden ser dentro de tres meses, en primavera o en verano", comentan desde la dirección. Dentro de las filas del PSOE han notado un cambio en el presidente desde que María Jesús Montero dio el paso de ser la candidata. "Están todo el día hablando de nosotros. Saben que si el PSOE es capaz de presentar un proyecto de cambio, somos capaces de activar a nuestro electorado".
Mayoría absoluta, coalición con Vox... o el 'milagro' de la izquierda
Una de las primeras declaraciones que hizo Juanma Moreno al conocer la mayoría absoluta fue que era consciente de que mucho voto era "prestado" en referencia a votantes del PSOE.
Aquello ocurrió con Macarena Olona acechando la vicepresidencia de la Junta de Andalucía. "La mayoría absoluta que consiguió Moreno no se construye en cuatro años. Es volátil y él lo sabe", asegura Gómez, de Podemos.
La pérdida de sólo cuatro escaños haría a los populares depender de Vox. Durante toda la legislatura se ha visto en el Parlamento cruces de acusaciones muy duros entre Juanma Moreno y Manuel Gavira. Este último, portavoz de Vox, siempre ha avisado de que la posibilidad de que el PP dependa de sus votos no es demasiado lejana. No obstante, la formación asegura a lavozdelsur.es que afronta este último año con el objetivo de "desenmascarar la estafa permanente del PP a los andaluces y acabar con todo el legado corrupto y mafioso del PSOE con el que Moreno Bonilla no se ha atrevido".
En Vox existe cierto malestar porque defienden que la primera opción del Partido Popular para los grandes pactos siempre ha sido el PSOE. El último ejemplo está en el Defensor del Pueblo. No obstante, no esconden que son socios 'naturales' dentro de esta política de bloques existente. Aun así, en Vox tampoco ocultan el malestar existente.
"Moreno Bonilla es una estafa y ha boicoteado a Vox sistemáticamente por miedo a que los votos se les escapen", apuntan fuentes del partido. "La sanidad está igual de mal que la dejó el PSOE, la vivienda es inasumible para los sueldos que hay y los barrios se degradan a gran velocidad. ¿Dónde está el cambio y la manida buena gestión del PP?", preguntan en Vox.
Si bien Vox necesita apenas unos miles de votos para cambiar su influencia en la política andaluza, la izquierda busca un vuelco poco antes visto en la política del país. Empezando por el PSOE, que ha puesto en la sanidad casi todas sus esperanzas para convencer a la ciudadanía de que María Jesús Montero, quien precisamente fue consejera de Salud, es la persona idónea para dirigir la comunidad. "Si les quitamos la mayoría absoluta para que gobiernen con Vox, no sé quién podría estar contento", añade José Manuel Gómez.
Pese a los resultados de las últimas andaluzas, en la calle San Vicente se agarran al último ciclo electoral. "De las últimas seis elecciones en Andalucía, en cinco se daba un marco suficiente para conseguir el Gobierno", apuntan fuentes socialistas. La federación socialista de Andalucía sigue siendo la más numerosa de toda el país. "Estamos convencidos de que el reto es presentar un proyecto de cambio y que los ciudadanos se sientan identificados", describen en el PSOE como la clave para dar un vuelco a la situación actual, de forma que no sólo esté en peligro la mayoría absoluta de Moreno, sino también el Gobierno. "La normalidad electoral en Andalucía lleva a que el PSOE tenga los datos suficientes como para poder gobernar en Andalucía en las próximas elecciones".
A la izquierda del PSOE en las últimas encuestas hay una tendencia al alza. En cambio, todos coinciden en que acabar con la mayoría absoluta del Partido Popular no sería suficiente. "Nuestro objetivo es transformar Andalucía y para eso hay que sacar a la derecha de la Junta", afirman desde la dirección de Izquierda Unida a este periódico.
Adelante, que tiene claro que su camino será en solitario y se define como "la máxima oposición a Moreno Bonilla" tiene la intención de presentar en este último curso varias propuestas que marquen el debate. Los andalucistas reconocen que "el contexto internacional es de cierta derechización, pero estamos viendo una movilización que no se veía desde hace años y tenemos la esperanza de que se pueda producir un pequeño cambio de tendencia".
El mapa de la izquierda
Una de las grandes incógnitas en este año electoral es cómo se van a configurar los partidos que están a la izquierda del PSOE. Adelante Andalucía se autodescarta para una coalición. "Queremos tener relaciones fluidas y cordiales con la izquierda, pero teneos un camino marcado. Hemos decidido emprender un proyecto centrado en Andalucía. Queremos huir de las peleas de las cúpulas, de las listas y de los aparatos", comentan desde la dirección andalucista. Una situación que afecta directamente a varias formaciones, pero también al PSOE. "El fraccionamiento electoral favorece evidentemente al Partido Popular y a la extrema derecha", reconocen en la dirección socialista.
Más compleja es la situación entre Izquierda Unida y Podemos. Los primeros tienen claro que la fórmula debe ser la misma que en los anteriores comicios y reeditar la coalición de Por Andalucía. "Vamos a contar con todas las fuerzas políticas que quieran seguir o incorporarse a Por Andalucía", dejan claro fuentes de la dirección andaluza a este periódico.
El conflicto ha surgido en Podemos, donde hay dos vertientes. Si bien la dirección andaluza ha hecho un alegado por la continuidad de la coalición, desde Madrid no lo ven tan claro. "Yo creo que nadie que se considere de izquierdas desea una candidatura triple", dice Gómez, quien piensa que no sólo Podemos debe estar en esa coalición, sino también Adelante.
El coportavoz de Podemos reconoce que la política nacional se ha convertido en un problema porque en Por Andalucía hay partidos que forman parte del Gobierno estatal y otros que no. "Pero hemos llegado hasta el final cuando parecía que se iba a romper al principio. Seguimos funcionando de una manera más o menos correcta", defiende el diputado cordobés. "Si no vamos juntos, el problema lo va a tener el que se salga de la coalición porque va a tener que explicar por qué se sale".
El dirigente de Podemos tiene claro que lo que ocurra en Andalucía va a ser trascendental para el resto del país. "Desde la Transición abrimos el tablero político estatal. Se genera un clima político desde aquí que siempre ha definido al resto. Aquí se instauró primero el bipartidismo, donde hubo el primer asalto institucional de Podemos y donde primero llegó Vox. De una 'hostia' electoral en Andalucía no se recompone ni Dios".







