Aunque pueda parecer a broma, Eurovisión estuvo este año a punto de provocar un conflicto internacional por su resultado. A nadie le puede sorprender a estas alturas que es un festival cargado de política pese a que la organización se empeñe en negarlo. Sin embargo, en las últimas ediciones esta carga se ha multiplicado. Desde el triunfo de Ucrania después de la invasión rusa a lo vivido en 2025.

Y es que los jurados profesionales dejaron a Israel en mitad de la tabla. Sin embargo, su representante estuvo a punto de ganar el micrófono de cristal. Sólo Austria pudo evitarlo en el último suspiro y lo hizo gracias a la renta que tenía del voto profesional. Israel fue la favorita del público en toda Europa. Seguramente gracias a aquellos que votaron a modo de 'trolleo' para fastidiar al movimiento propalestino que ha surgido en algunas delegaciones y entre el público, donde se mostraron banderas palestinas. Además, la organización silenció el sonido ambiente durante la canción israelí para tapar los abucheos.

El conflicto

España estuvo en el punto de mira por los comentarios de RTVE en la semifinal. En ellos se señalaba el número de asesinados en Gaza y se pedía un alto el fuego. La organización de Eurovisión decidió amenazar a la tele pública si se repetía y La 1 respondió con un mensaje antes de comenzar la gala.

Sin embargo, pese a ese posicionamiento oficial, el televoto español dio 12 puntos a la representante israelí (que fue la que más puntos logró en esta parte en toda Europa). Es el segundo año consecutivo en el que esto pasa y deja claro que el festival ha dejado a un lado la música. Además, España dio 10 a Ucrania, 8 a Polonia, 7 a Estonia, 6 a Finlandia, 5 a Suecia, 4 a Austria, 3 a Albania, 2 a Noruega y 1 a Francia.

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