La absorción del Banco de Sabadell por el BBVA sigue en todo lo alto. Lo que debería ser una cuestión económica tuvo desde el comienzo una importante componente política, que con el paso del tiempo se ha ido incrementando. La forma (hostil) en que se está llevando la OPA (oferta pública de acciones) o los anuncios publicitarios a favor en distintos medios de comunicación, ya de por sí peculiares, palidecen ante el errático anuncio realizado por el Gobierno de que va a abrir un período de consulta (hasta el 16 de mayo) para que se pronuncien sobre este tema personalidades y ciudadanos 'afectados' por la hipotética fusión.
Todo ello justo el día, 8 de mayo, en que Sabadell presenta unos datos muy buenos, con un beneficio neto de 489 millones de euros en el primer trimestre de 2025, cifras que ha aprovechado su presidente, Josep Oliu, para meter más presión sobre la operación y enfatizar su defensa de la independencia del banco.
El PSOE no tiene en la actualidad una opinión única y monolítica sobre este tema. Es más, con ese 'período de consulta' empieza a dar la sensación de que este tema le da como cierta pereza. No se trata solo de que los socios independentistas catalanes del Gobierno –Junts y ERC– se hayan pronunciado en contra de la absorción del Sabadell por el BBVA, sino que incluso el propio PSC, en el Gobierno de la Generalitat, también ha expresado sus dudas sobre la operación.
En realidad, aunque su origen es inapelable, Sabadell, como tal, es un banco mediano en todo el Estado español, que se ha ido 'construyendo' a lo largo de los años absorbiendo entidades más pequeñas con implantación regional. Herrero, Guipuzcoano, CAM, Atlántico... son 'apellidos' que acompañaron a Sabadell en su crecimiento, precisamente para reforzar el posicionamiento regional, hasta que hace cosa de diez años, en un giro estratégico, el banco decidió que desaparecieran (salvo Sabadell Urquijo y Sabadell Solbank). La provincia de Cádiz, principalmente Jerez, es un claro ejemplo de esta afirmación, ya que el Banco Atlántico, que también tiene un origen catalán, fue adquirido por Rumasa a comienzos de los años 60 y hasta la expropiación de 1983 fue, sin duda, referente del negocio bancario del holding de José María Ruiz-Mateos. De hecho, Atlántico tuvo su nombre en Andalucía... y luego siguió como 'apellido andaluz' del Sabadell entre 2004 (con su compra) y 2015, fecha partir de la cual Sabadell siguió en solitario.


