Multitud de docentes se presentaban el pasado fin de semana a las oposiciones para plazas de maestros y profesores en Andalucía. Son las convocatorias más grandes de España, más de medio millar de tribunales constituidos, 41.000 personas tratando de obtener 7.885 plazas para 47 especialidades, en un año especial en que han coincidido primaria y estudios superiores.
Y como todo proceso donde tanta gente se juega tanto, no está exento de polémicas. Ha habido multitud de quejas por calor en muchas de las aulas habilitadas, e incluso una sonada denuncia de una opositora que estaba con la regla y tuvo que cambiarse sin poder salir al baño.
Pero además en este caso podría ir un paso más allá. Porque el examen de una de las especialidades, Pedagogía Terapéutica, tendría un caso práctico con un error de base que da pie a una confusión muy importante.
Y es que legalmente la dislexia no conlleva una modalidad de escolarización, es una NEAE (Necesidad Específica de Apoyo Educativo) y no una NEE (Necesidad Educativa Especial). "Hay compañeros y compañeras que quieren impugnar las oposiciones para que se vuelva a repetir el caso práctico", señala una de las opositoras, de nombre Remedios.
Es decir, como el caso práctico no aplica en su desarrollo lo que dice una normativa interna de la Junta (y que es parte del conocimiento que deben aplicar los opositores), muchos creen que hay base para hacer decaer el examen y repetirse. Al completo, no solo los que lo eligieron.
La posibilidad de repetición
Eso detendría el proceso, que debe continuar en los primeros días de julio con las notas obtenidas, con la selección de aquellos que pasan al examen oral.
La queja se repite entre muchos opositores, que comunican a través de redes su frustración. Primero, por un caso práctico que va más allá de la dificultad intrínseca o de eso que se dice como "ir a pillar". En este caso, sería un caso práctico "sin sentido".
Este examen, además, llega en un tiempo muy complicado, especialmente para los interinos, que enfrentan a la vez el proceso selectivo y el final de curso, con las evoluciones y las tutorías con las familias, además de informes y reuniones de equipo.
La sensación, entonces, es de que al hacer este examen, la Consejería no ha tenido en cuenta que ya el proceso, de por sí, resulta muy estresante. Si a los opositores y opositoras no se les permite fallar ni siquiera en faltas de ortografía de esas que se consideran 'tontas' o menores, la administración "tampoco debería poder fallar" a la hora de plantear los supuestos prácticos.
Esta situación de impasse, de sensación de que se va a resolver en un sentido o en otro, está generando un estrés mayor entre los docentes de PT.
La respuesta de la Junta
Por su parte, la Junta de Andalucía ha respondido a lavozdelsur.es ante este escenario que ya se ha "analizado el caso práctico del ejercicio de Pedagogía Terapéutica, ajustado a norma".
Es decir, en principio, la Consejería de Desarrollo Educativo considera que se ha realizado el examen de la forma correcta. "Cabe recordar que las pruebas son elaboradas por las comisiones de selección, compuestas por funcionarios docentes de carrera del Cuerpo y Especialidad correspondiente, o en su caso por un inspector de educación".
Asimismo, la Consejería explica que "desde 2020, como contempla la norma nacional, en los procedimientos selectivos de Andalucía se introdujo la figura del asesor del presidente de la comisión para tener un mayor grado de supervisión en la elaboración de las pruebas y evitar posibles errores".
