“Nos han destrozado la vida a miles de personas”. Son las palabras de Esther Gutiérrez, docente interina que ha acabado en el paro después de casi 8 años de tiempo de servicio. Esta granadina de 54 años, inmunodeprimida por tratamiento biológico, es una de las más de 3.000 docentes afectados, por lo que califican de un ERE masivo encubierto.
“Mi madre es dependiente, no vivo con ella, pero financio los gastos de la mujer que la atiende y tengo que cuidarla algunos fines de semana al mes. Con mi edad me veo fuera del mercado laboral y sin plan B porque nadie me va a contratar”, lamenta esta profesora de Geografía e Historia bilingüe con inglés y alemán.
Su lucha se suma a la de muchos compañeros y compañeras que se han quedado fuera del sistema, sin trabajo para el curso que está a punto de empezar.
Carolina, con casi nueve años de tiempo de servicio, se ha quedado en desempleo este 1 de septiembre. “El curso pasado estuve haciendo todos los días 3 horas diarias de coche para ir a mi vacante”, comenta esta madre que se trasladaba de Granada a El Ejido. El curso anterior también estuvo en una situación similar. Iba desde Granada a Almuñécar a diario, dos horas de trayecto; y el anterior, a Cádiar, en la Alpujarra, unas tres horas por carretera de montaña.
“Ahora parece que ya no sirvo y no me han dado nada en la colocación de verano por lo que ayer ya solicité la prestación por desempleo”, sostiene.
Lara, de Almería, es profesora de inglés y acumula ocho años de tiempo de servicio. Tras aprobar dos veces las oposiciones sin plaza, decidió intentarlo por última vez al observar que se habían ofertado casi seiscientas plazas para su especialidad. Relata que pasó la primera criba y llegó al oral con la máxima puntuación de baremo en su tribunal, necesitando solo un cinco para conseguir plaza. Sin embargo, pese a salir del examen muy satisfecha, recibió un 4,54 que la dejó fuera. Destaca que había catorce plazas para quince aspirantes, y que con esa nota mínima le habría correspondido plaza.
Lara denuncia que en su tribunal suspendieron únicamente a los interinos con más de cinco puntos de experiencia, mientras que aprobaron opositores sin apenas tiempo de servicio. "Suspendimos todos los interinos, los cuatro que estábamos, que teníamos más de cinco puntos en la parte de experiencia. Aprobaron todos los demás que tenían a lo mejor un cero o un uno en tiempo de servicio", detalla.
Además, quedaron tres plazas sin adjudicar. Explica que al reclamar pidió explicaciones por incoherencias en las calificaciones, como en el apartado de bibliografía, donde “hay quien me ha puesto un cero y hay quien me ha puesto un diez”.
La respuesta del presidente fue que se trataba del criterio del profesor y que la rúbrica le serviría para mejorar en futuras convocatorias, lo que ella considera una "injusticia". Según Lara, tanto ella como otros compañeros con años de servicio fueron apartados de manera sospechosa. "No sabemos si es que tendrían alguna indicación o algo, pero nos suspendieron solo a los interinos y entraron todos los demás", concluye.
La Junta ha optado por reducir la tasa de interinidad expulsando a miles de profesionales que han venido cubriendo las aulas durante años, en lugar de garantizar la estabilidad laboral exigida por la Unión Europea para el personal en abuso de temporalidad. Así lo ha denunciado la Asamblea de Docentes Interinas y Aspirantes de Andalucía, que ha convocado una concentración para el próximo sábado 13 de septiembre frente al Parlamento de Andalucía, en Sevilla.
A las 12.00 horas el personal interino reivindicará la estabilización, la doble vía de acceso, bajada de ratios, atención adecuada al alumnado NEAE y unos procesos selectivos justos.
Abel es profesor de filosofía con más de nueve años de tiempo de servicio. “Este curso me he visto desplazado a una hora de mi casa y cada vez estoy más abajo en las listas”, dice el docente, que también vio cómo el año pasado no hubo plazas convocadas para su especialidad.
Según explican desde la asamblea, la expulsión de personal se debe a que no son de nueva creación, sino plazas de reposición, lo que implica que el personal interino que ocupaba esos puestos quedará fuera del sistema.
Menos plazas ofertadas para este curso
Los datos recabados por la organización apuntan a una reducción de plazas para el curso 2025/2026. En Secundaria se observan caídas drásticas en Inglés (-239), Informática (-244), Lengua (-128), Filosofía (-87), Biología y Geología (-130), entre otras. También hay recortes en Primaria (-547), Infantil (-384), Educación Física (-326), Inglés (-277). Y en conservatorios, la pérdida destacada se nota en Piano (-50).
En contraste, algunas especialidades registran ligeros aumentos (Matemáticas +96, Francés en Primaria +37, EF bilingüe +29, Diseño gráfico +13), aunque insuficientes para compensar la magnitud de los recortes.
“Hay personas que están viéndose expulsadas de su labor docente y sustituidos por nuevos funcionarios que cogen su plaza sin tener tiempo de servicio en procesos de oposición masivos que premian únicamente capacidad memorística y que son eliminatorios”, manifiesta Abel, que hace un repaso por las últimas convocatorias de oposiciones.
Reclaman procesos selectivos justos
En 2024 destaca que ofertaron “muy pocas plazas” y pone de ejemplo Biología, con una por tribunal o Filosofía, donde “ni siquiera salieron”. Este año, el proceso ha sido caótico, repleto de irregularidades e invalidaciones.
“Han dado entrada a una gran cantidad de personal aspirante, relegando al paro, con suerte a sustituciones o en el mejor de los casos desplazando a cientos de kilómetros a personal docente interinos con mucho tiempo de servicio. Personas, con 5, 7, 9, 15, y hasta 20 y 25 años que se ven en la calle, personas que a día de hoy tienen 35, 40, 50 años o más…”, sostiene el docente.
Los interinos ven que “ni se cumplen las directrices de fijeza que imponer Europa, ni como estos procesos de oposición y el falsamente llamado "proceso de estabilización" cumplen con el objetivo que parecían de inicio perseguir”.
Actualmente, hay casos de personas con más de 10 años y 3 oposiciones aprobadas sin plaza que ven peligrar su puesto, y otras desplazadas a otras provincias pese a sus hasta 20 años de tiempo de servicio. “Mucha gente, para ahorrar y conciliar, hacen más de 200 kilómetros al día para acudir a su centro de trabajo”, expone Esther, que lamenta que “para la administración somos unos flojos que no nos sacamos la plaza”.








