En Andalucía, la conciliación familiar sigue siendo más un lema que una realidad. Docentes que acaban de ser madres denuncian que son forzadas a viajar cientos de kilómetros para presentarse físicamente en sus destinos, aunque solo sea para firmar su toma de posesión. Hasta que no lo hacen, no pueden tramitar permisos de maternidad o lactancia ni acceder a las prestaciones económicas que por ley les corresponden.
No se trata de incorporaciones reales al trabajo, sino de un viaje burocrático que interrumpe bajas médicas, retrasa pagos y supone un desgaste físico y emocional enorme para mujeres en pleno posparto.
La Circular del 11 de junio de 2021 sobre permisos y licencias del personal docente, en su página 29, recoge lo siguiente: “en el caso del disfrute interrumpido una vez transcurridas las seis semanas inmediatamente posteriores al parto, se requerirá para cada período de disfrute, una solicitud según modelo normalizado, que deberá ser presentada, con una antelación de al menos 15 días hábiles, en el centro de servicio que, a su vez, lo remitirá con carácter inmediato a la Delegación Territorial correspondiente”.
El texto no exige de manera expresa presencia física de la madre, lo que permite suponer que el trámite puede hacerse telemáticamente. Pese a ello, varias delegaciones provinciales imponen desplazamientos contrarios a su propia normativa, generando arbitrariedad e inseguridad jurídica.
“Me obligaron a darme de alta, viajar tres horas para firmar y volver a solicitar la baja. Perdí semanas de cotización y estuve días sin cobrar”, denuncia una interina. Otra relata: “Me levanté a las cinco de la mañana, dejé a mi bebé recién nacido y fui a un centro vacío, firmé unos papeles y volví a casa destrozada”.
La indignación es palpable entre las docentes de distintas provincias. “A mí me exigieron quince días trabajados para recuperar el permiso. A otra compañera se lo concedieron desde casa. Es una lotería”, resume otra afectada.
Estas diferencias vulneran el principio de igualdad recogido en el artículo 14 de la Constitución Española y en la Ley Orgánica 3/2007 de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres. Expertos advierten que esta práctica podría incluso calificarse como prevaricación administrativa si se confirma que las delegaciones imponen obligaciones contrarias a derecho de forma deliberada.
El marco legal parece respaldar a las afectadas: el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) reconoce permisos de maternidad sin reincorporación física; la Ley 39/2015 obliga a que los trámites puedan realizarse electrónicamente; y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales protege a las madres lactantes frente a riesgos físicos y psicológicos.
Impacto en la crianza
Pero más allá de la ley, el impacto humano es desolador. “No es solo el papeleo, es el mensaje: tu hijo no importa. Importa que firmes para que cuadren los papeles”, lamenta una docente. Varias mujeres aseguran haber tenido que abandonar la lactancia antes de tiempo o separarse de sus bebés recién nacidos por este motivo.
Las madres consideran que este tipo de trámites deberían resolverse con una simple solicitud previa, sin embargo, se convierte en una carrera de obstáculos que castiga la maternidad y acaba no respetando los derechos fundamentales.
Algunas docentes ya estudian acciones legales colectivas. “No pedimos privilegios, pedimos respeto a la ley. Lo que está pasando es indignante y puede ser ilegal”, dice una afectada.
Mientras tanto, madres recién paridas recorren carreteras para firmar documentos que podrían enviarse con un clic. Y cada viaje demuestra que Andalucía se aferra a una burocracia farragosa que no favorece la conciliación familiar.
La respuesta de la Junta
La Consejería de Educación se defiende asegurando que, la normativa es clara. "Para habilitar la forma telemática debería figurar de forma expresa", sostiene.
Según explica, en el caso de las interinas que son madres mientras no estaban trabajando en ningún centro educativo, existe la posibilidad de ponerse en la bolsa como “disponible en maternidad”. De ese modo, según traslada la Junta a lavozdelsur.es, avisan a la administración de que no pueden incorporarse si son llamadas, aunque se les sigue reconociendo el tiempo de servicio.
Sin embargo, si la docente no comunica previamente que ha tenido un hijo, la Consejería explica que puede llamarla para ocupar una plaza. En ese caso, la interina está obligada a presentarse en el centro y tomar posesión. Solo a partir de ahí podrá solicitar la baja maternal. La administración asegura que, en cuanto se active ese proceso, se tramitará “lo antes posible”.
